Ensañados contra la tercera edad
“Condenamos desde todo punto de vista esa modalidad detestable y más cuando se hace en personas de la tercera edad incapaces de resistir ese suplicio para obligar a los familiares a hacer el desembolso inmediato del dinero exigido”, agregó Ortiz como representante del gremio bastante golpeado por ese flagelo.
El caso más reciente ocurre con el tío del alcalde, Adalberto Casadiego Angarita, quien no resistió la retención y murió al parecer de un infarto cardiaco, lo que generó la angustia e incertidumbre entre los familiares de las personas que permanecen en cautiverio.
El ingeniero Gustavo Adolfo Casadiego Angarita, ex rector de la universidad Francisco de Paula Santander seccional Ocaña, sentenció que durante el primer secuestro de su hermano, prácticamente le quitaron todo lo que había ganado durante más de 30 años de trabajo con un depósito en la plaza de mercado.
“No entiendo cómo se llevan a una persona con problemas cardiovasculares sin medir las consecuencias. Él no tenía nada, esa parcela no producía mayor cosa para sobrevivir”, agregó.
Confesó que para completar el dinero exigido por los secuestradores se hizo una colecta familiar, una práctica que “obedece a la descomposición social del país y la falta de oportunidades de la gente”.
Los delincuentes en los más recientes casos se han empeñado en secuestrar a los adultos mayores para generar la preocupación entre los seres queridos. Uno de los dramas más prolongados lo vive la familia del avicultor Evangelista Bohórquez Contreras, de 71 años de edad, plagiado el 19 de marzo de 2020 en el sector de Venadillo y hasta el momento no hay ninguna señal de vida.
Asimismo, el agricultor Irenio Bohórquez Contreras, de 76 años, quien ha sufrido la retención en tres ocasiones desde su finca ubicada en el corregimiento de Aguas Claras, comprensión rural del municipio de Ocaña.
Lo mismo ocurre con el transportador Roque Bayona, de 68 años de edad, con varios quebrantos de salud, secuestrado el 24 de mayo del presente año cuando se encontraba en su parcela de la vereda Venadillo.
Los comerciantes consideran que juegan con los sentimientos de los familiares cercanos, quienes incluso hacen préstamos o venden propiedades a bajos costos para pagar un rescate.
La defensora del pueblo, exige el respeto a la vida y la libertad de los seres humanos, indicó que la profesora pensionada, Betty Arévalo Casadiego, de 63 años de edad, sufre de quebrantos de salud y debe ser liberada.
Los familiares de las personas secuestradas claman la pronta liberación, sanos y salvos, de sus seres queridos. La angustia e incertidumbre se ha apoderado de los núcleos primarios de la sociedad en los municipios de la provincia de Ocaña y la zona del Catatumbo por el flagelo del secuestro.
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