Como un hecho sin precedentes para la historia de la zona del Catatumbo fue calificada la visita del presidente de la República, Gustavo Petro, al municipio de El Tarra.

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Dirigentes aseguran que es importante el acercamiento con una región convulsionada por la violencia debido al ostracismo en que ha permanecido en los últimos años.
 
Será el epicentro de los diálogos regionales de paz, la sustitución de cultivos ilícitos y la universidad del Catatumbo para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la región, indican expertos.

El anfitrión, Yair Díaz Peñaranda, manifestó que el encuentro fue bastante fructífero ya que se descarnó la cruda realidad y se convocó a todos los actores a buscar una salida viable a esa problemática. Se propuso a la localidad como punto de encuentro de una Asamblea Nacional de Cocaleros en aras de alternativas rápidas con los productores.
 
También se resaltó la voluntad de diálogo de los grupos que operan al margen de la ley para lograr la convivencia pacífica de los pueblos cansados de tanta violencia.
 
El mandatario de los colombianos fue categórico al exigir celeridad en los trabajos de la Transversal del Catatumbo y la apertura de la frontera para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la región.

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Se destacó en la intervención los ánimos de impulsar la Universidad del Catatumbo con el fin de brindar posibilidades de formación profesional a los jóvenes de la zona.
 

Una nueva página 

Los líderes sociales consideran que se comienza a escribir una nueva página en la historia del Catatumbo para resarcir las pérdidas y cicatrices dejadas por los violentos.
 
El presidente de la Asociación de Campesinos del Catatumbo, Juan Carlos Quintero, destacó la presencia de un presidente de la República en una de las regiones más abandonadas por el Gobierno y golpeadas por la violencia.
  
“Es la primera vez que vemos un enfoque distinto sobre la presencia del Estado, con planteamientos alternativos para la región donde se habla de paz y reconocimiento del campesino, más allá de la histórica presencia militar”, señaló.
 
 Una experiencia novedosa en torno a los Consejos de Seguridad Humana que va más allá del componente militar con la participación de los movimientos sociales para verificar la grave crisis humanitaria. “Recibimos con mucho beneplácito los anuncios del presidente de los diálogos regionales vinculantes, creemos que es un escenario importante para buscar los consensos mayoritarios que permitan una hoja de ruta sobre la visión de desarrollo del Catatumbo”, dijo.

“Estamos listos para participar en la Asamblea de cocaleros para fortalecer los acuerdos de paz y minimizar al máximo la producción de la hoja de coca y avanzar hacia un modelo de desarrollo social y económico basado en agricultura”, explicó.
 
Resaltó la implementación de la Universidad del Catatumbo porque “cambia el paradigma y entrega nuevas perspectivas para sacar del fango de la injusticia social a la región”, agregó.
 
Leider Contreras de Hacarí calificó de positiva la visita del presidente Petro y observó esos pasos con optimismo para la transformación de los territorios. La paz se construye desde los territorios y estamos a la expectativa para contribuir a esos procesos, dijo.
 
Germán Leonardo Ascanio, compartió los principios de sustitución de cultivos de uso ilícitos y reclamó una verdadera reforma agraria para garantizar las cadenas de comercialización de los productos agrícolas. 

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El líder campesino de Asuncat, Olger Pérez Quintero indicó que es un momento histórico para generar el desarrollo y progreso de la región. El Catatumbo estará en la primera línea de la consecución de la paz solventando el conflicto armado. De la Asamblea nacional de cocaleros saldrán soluciones a la problemática presentada en la región porque arrojará la política pública para la sustitución de los cultivos ilícitos, recalcó.
 

Equivocadas políticas 

Los líderes sociales manifiestan que el primer lugar del Catatumbo como productor de cocaína obedece a las políticas equivocadas de los gobernantes de turno.
 
Wilder Mora, miembro del Movimiento Campesino de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (COCCAM), manifiesta que están dispuestos a la sustitución concertada y gradual de los cultivos ilícitos siempre y cuando exista una verdadera reforma agraria como lo contemplan los acuerdos de paz con una mayor inversión social.
 
Indica que los Tratados de Libre Comercio han sumido a una gran crisis al sector agropecuario en donde los problemas sociales hacen que los campesinos estén obligados a inclinarse hacia los cultivos del uso ilícito. Indica que la erradicación debe ser voluntaria y no forzada con verdaderos programas alternativos.
 
Una de las propuestas a nivel nacional es la legalización de la producción de la hoja de coca con fines terapéuticos y medicinales.
 
El presidente de la Asociación de Campesinos de la zona del Catatumbo, Ascamcat, señala que es una responsabilidad de Estado que tiene dos factores al gobierno colombiano, pues le ha quedado grande resolver los problemas estructurales.

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“Una política equivocada de la lucha contra las drogas de resolver los problemas estructurales e históricos que tiene el Catatumbo. A pesar que hubo un acuerdo en el 2016, mantuvo las fumigaciones, hubo un vacío de poder de las extintas FARC, eso aumentó la deforestación, el descontrol de los cultivos de coca y hubo un grado de omisión grandísimo de parte de la fuerza pública en reprimir primero a los campesinos con la erradicación forzada y permitir el ejercicio del narcotráfico. Las cifras lo demuestran y es uno de los retos grandes de la nueva era”, agregó.
 

 La paz se logra con inversión social 

Los mandatarios de la zona del Catatumbo coinciden en afirmar que la paz total, pregonada por el presidente de la República, se logra con una mayor inversión social y principios de trasparencia.
 
El alcalde de Teorama, Robinson Salazar Benítez indicó que se entregó un consolidado de todos los proyectos presentados a nivel nacional y se comenzó a respirar unos aires de esperanzas que se convertirán en desarrollo para una región donde existe una gran deuda social”.
  
El alcalde de Convención, Dimar Barbosa Riobó, indica que es trascendental la visita de un jefe de Estado a la zona del Catatumbo. “Es muy significativo que pise esta tierra y conozca de cerca la realidad para desarrollar los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, PDET,” reiteró.

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Un capítulo especial que llena de tranquilidad a los habitantes de la región corresponde a la luz verde para los diálogos de paz con todas las organizaciones al margen de la ley. “Un proceso vinculante donde todos los actores deben hacer parte para la transformación y acabar con el conflicto interno armado. Es importante que haya puesto los ojos sobre la región a pesar de los inconvenientes presentados con el personal de la avanzada”, dijo.
 

Cansados del ostracismo 

El alcalde del municipio de Hacarí, Deivy Bayona Guerrero resaltó la presencia del jefe de Estado pues aparte de realizar un Consejo de Seguridad Integrado se escucha a los líderes sociales, campesinos para oír esa voz entrecortada y lastimera por el abandono de los gobiernos que han pasado.
 
“Es histórico porque se habla de la paz total y estoy convencido que la convivencia pacífica se logra con una mayor inversión social. Recordó que las vías terciarias están en un deterioro completo y los recursos son mínimos”, recalcó.
  
El gobernante municipal solicitó la terminación del anillo vial para la paz con la culminación de esos cuatro puentes y que se ejecuten las obras de arte para conectar a los municipios de Hacarí, San Calixto y El Tarra, con lo cual se cuente con transporte para sacar los productos agrícolas hacia las plazas de mercado.

Los alcaldes confían en los programas sociales para cambiar la historia de la región ya que existen 40 mil hectáreas de coca sembradas debido a la carencia de verdaderas políticas agrícolas y en especial una reforma integral. “Que el campesino tenga tierras productivas para los cultivos de pan coger, precios estables, créditos blandos y seguro de cosecha”, reiteró el alcalde de Hacarí.

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Bayona dijo que la región está sumida en el narcotráfico por la falta de oportunidades y resaltó la posibilidad de abrir los diálogos regionales con los mandatarios locales.

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