El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó uno de los puntos más calientes del frente oriental, después de que su par ruso, Vladimir Putin, fuera a territorios ocupados que según analistas podrían convertirse en teatro de una inminente contraofensiva ucraniana.
Zelenski condecoró a soldados y, según muestra un video, visitó una zona parcialmente destruida de Avdíivka (región de Donetsk), una ciudad bombardeada desde hace meses por el ejército ruso que intenta, en vano, rodearla.
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"Tengo el honor de estar aquí hoy, agradecerles por su servicio, por la defensa de nuestra tierra", dijo a los militares, según la Presidencia. También visitó un hospital militar en la misma región.
Putin, cuyos desplazamientos públicos son excepcionales y bajo fuertes medidas de seguridad, efectuó una visita sorpresa a zonas ucranianas ocupadas por Moscú.
"Es importante para mí oír su opinión sobre la situación, escucharlos, intercambiar información", declaró Putin en sus encuentros, según un video divulgado por el Kremlin.
El Kremlin precisó que este desplazamiento "de rutina" tuvo lugar el lunes en las regiones ucranianas de Jersón (sur) y Lugansk (este), cuya anexión reivindica Moscú.
El consejero de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, calificó esa visita de "'gira especial' del autor de asesinatos en masa en los territorios ocupados".
Es la segunda vez que Putin visita la zona de conflicto desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero de 2022. La primera vez, en marzo, fue a Mariúpol (sudeste), ciudad portuaria asediada durante meses y tomada por las fuerzas rusas en mayo de 2022.
Próxima ofensiva
Por razones de seguridad, Putin no estuvo acompañado por su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, ni por el jefe de las operaciones militares y del Estado Mayor, el general Valeri Guerasimov.
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El gobernante se reunió con el comandante de las fuerzas aerotransportadas rusas, el general Mijaíl Teplinskiy, y otros altos cargos militares para hablar de la situación en las regiones de Jersón y Zaporiyia.
Según los analistas, estas zonas podrían ser el escenario de una contraofensiva ucraniana en primavera, para intentar reconquistar territorios.
Se trata de zonas estratégicas, que conforman una continuidad terrestre entre Rusia y la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
Rusia sufrió importantes reveses militares el año pasado.
Inicialmente tuvo que renunciar a tomar Kiev y el norte de Ucrania y luego se vio obligada a retirarse de la región de Járkov (noreste) y de Jersón, capital de la región homónima.
"En ruinas"
Actualmente los combates más feroces tienen lugar en Bajmut (este), donde se libra la batalla más prolongada y sangrienta desde el inicio de la invasión.
Tras unos nueve meses de enfrentamientos, los dos tercios de esta ciudad están en manos rusas.
A pocos kilómetros al oeste de Bajmut, periodistas de la AFP hablaron con artificieros ucranianos que limpiaban de explosivos el camino hacia la localidad.
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"La ciudad está en ruinas. Prácticamente no queda ninguna casa en pie", dijo uno de ellos, Denys.
Las fuerzas ucranianas, que recientemente han recibido tanques pesados y cañones de largo alcance de sus aliados occidentales, prometen desde hace semanas lanzar una nueva contraofensiva cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.
Ucrania asegura que ha formado brigadas de asalto y almacenado municiones con ese objetivo.
Aunque Kiev no ha divulgado cifras, el jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgeny Prigozhin, en primera línea del frente, advirtió que Moscú debía prepararse para encarar una fuerza ucraniana de 200.000 a 400.000 hombres.
En el plano diplomático, Rusia, bajo sanciones occidentales, prosigue sus esfuerzos para demostrar que no está aislada.
El ministro chino de Defensa, Li Shangfu, declaró el martes en Moscú su "firme determinación" de reforzar la cooperación con el ejército ruso, alimentando los temores occidentales de que Pekín entregue armas a Rusia.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió la víspera al ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, para promover una mediación internacional.
El sábado, un día después de reunirse en Pekín con su homólogo chino, Xi Jinping, Lula afirmó que "es preciso que Estados Unidos pare de incentivar la guerra y comience a hablar de paz, es preciso que la Unión Europea comience a hablar de paz".
Washington acusó el lunes a Lula de repetir "como un loro la propaganda rusa y china". Las autoridades ucranianas, por su lado, lo invitaron a visitar Kiev para que "comprenda" la realidad de la agresión rusa.
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