~Como de costumbre, Genoveva Durán Pineda salió ayer, a las 5:30 de la mañana, a trabajar. Cerró la puerta de su casa y caminó menos de una cuadra hasta la esquina para tomar el vehículo de transporte público, donde un sujeto la esperaba para matarla.~ Como de costumbre, Genoveva Durán Pineda salió ayer, a las 5:30 de la mañana, a trabajar. Cerró la puerta de su casa y caminó menos de una cuadra hasta la esquina para tomar el vehículo de transporte público, donde un sujeto la esperaba para matarla.

Genoveva, quien residía en la calle 7 número 46-61 del barrio Los Olivos, fue sorprendida por un hombre, según testigos, que la abordó a pie y luego de desenfundar un arma de fuego le disparó cinco veces y huyó del lugar.

Genoveva, de 46 años, quien trabajaba como cocinera en un restaurante del barrio Popular, perdió la vida de manera inmediata. El cadáver fue levantado por personal de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) y llevado a la morgue del Instituto de Medicina Legal.

El mayor Gustavo González, comandante del Segundo Distrito de la Policía Metropolitana, indicó que por el momento no tenía ninguna hipótesis clara sobre los móviles del homicidio de la mujer natural de Tibú.

Miguel Ángel, compañero actual de Genoveva, aseguró que desconocía de amenazas contra la mujer y agregó que hace poco ella había recibido un dinero que invirtió en la compra de un carro de perros calientes que atendía en las noches con una hija en el barrio Antonia Santos.

“Trabajamos como pimpineros y ese dinero fue un préstamo por  reconversión laboral… pero no sabemos nada más”, señaló.

El mayor González indicó que pese a los planes de búsqueda para dar con el paradero del agresor este logró escapar y el caso es materia de investigación.

Tras la necropsia reglamentaria, el cadáver de la mujer fue entregado, en la tarde, a Miguel para que procedan sus familiares a darle sepultura.

Genoveva dejó dos hijas, ambas mayores de edad.