Miércoles, 11 de Junio de 2014
~
La campaña lanzada recientemente en Norte de Santander por
la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), aspira a
reducir el creciente consumo de pollo de contrabando procedente de
Venezuela, que invade el mercado regional.~
La campaña lanzada recientemente en Norte de Santander por la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), aspira a reducir el creciente consumo de pollo de contrabando procedente de Venezuela, que invade el mercado regional.
Durante el primer semestre de 2014, 8.400 toneladas de pollo de contrabando ingresaron al departamento, 1.400 al mes. Andrés Valencia, presidente nacional de Fenavi, afirma que la campaña busca concientizar a las personas sobre el peligro que tiene el consumo de este producto para la salud.
El dirigente gremial explicó que hay un alto riesgo sanitario pues no se conoce bajo que parámetros fueron criados los animales y además se ha comprobado que los vehículos en los que cruzan la frontera no cumplen con las condiciones de higiene mínimas requeridas, ni con una continuidad en la cadena de frío.
En Norte de Santander se consumen 37.000 toneladas de pollo al año, de las cuales 22.000 son producidas en Colombia: 12.000 en el departamento y 10.000 en el resto del país. Se estima que al año se consumen 15.000 toneladas de pollo de contrabando.
El año pasado, el consumo de pollo legal se redujo 45%. Según Fenavi, se dejaron de consumir alrededor de 220 toneladas mensuales, siendo Cúcuta el municipio más afectado.
El director de la Federación resaltó que, a pesar de la creciente escasez de alimentos en el país vecino, el pollo sigue llegando y los controles de las autoridades fronterizas de los dos países parecen ser insuficientes para impedirlo. “Lo curioso del asunto es que la producción de pollo en Venezuela no ha disminuido”.
Vale resaltar que el único pollo que entra al país de contrabando es el que llega por Venezuela por la frontera con Norte de Santander.
El otro aspecto que preocupa al dirigente gremial es que muchas veces los animales están pasando la frontera vivos, corriendo el riesgo de infectar con distintas enfermedades a los pollos y gallinas que están en los galpones de la región.
En un Renault 4, funcionarios de Fenavi, acompañados de Antonio Contrabandini –un personaje que con un megáfono y simulando la labor de los contrabandistas– ofrece el pollo más barato del mercado. El objetivo de la campaña es llamar la atención de las personas para concientizarlos sobre los problemas sociales, sanitarios y económicos que se desprenden de esta actividad ilegal, explicó Valencia.
La campaña lanzada recientemente en Norte de Santander por
la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), aspira a
reducir el creciente consumo de pollo de contrabando procedente de
Venezuela, que invade el mercado regional.~
La campaña lanzada recientemente en Norte de Santander por la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), aspira a reducir el creciente consumo de pollo de contrabando procedente de Venezuela, que invade el mercado regional.
Durante el primer semestre de 2014, 8.400 toneladas de pollo de contrabando ingresaron al departamento, 1.400 al mes. Andrés Valencia, presidente nacional de Fenavi, afirma que la campaña busca concientizar a las personas sobre el peligro que tiene el consumo de este producto para la salud.
El dirigente gremial explicó que hay un alto riesgo sanitario pues no se conoce bajo que parámetros fueron criados los animales y además se ha comprobado que los vehículos en los que cruzan la frontera no cumplen con las condiciones de higiene mínimas requeridas, ni con una continuidad en la cadena de frío.
En Norte de Santander se consumen 37.000 toneladas de pollo al año, de las cuales 22.000 son producidas en Colombia: 12.000 en el departamento y 10.000 en el resto del país. Se estima que al año se consumen 15.000 toneladas de pollo de contrabando.
El año pasado, el consumo de pollo legal se redujo 45%. Según Fenavi, se dejaron de consumir alrededor de 220 toneladas mensuales, siendo Cúcuta el municipio más afectado.
El director de la Federación resaltó que, a pesar de la creciente escasez de alimentos en el país vecino, el pollo sigue llegando y los controles de las autoridades fronterizas de los dos países parecen ser insuficientes para impedirlo. “Lo curioso del asunto es que la producción de pollo en Venezuela no ha disminuido”.
Vale resaltar que el único pollo que entra al país de contrabando es el que llega por Venezuela por la frontera con Norte de Santander.
El otro aspecto que preocupa al dirigente gremial es que muchas veces los animales están pasando la frontera vivos, corriendo el riesgo de infectar con distintas enfermedades a los pollos y gallinas que están en los galpones de la región.
La campaña
En un Renault 4, funcionarios de Fenavi, acompañados de Antonio Contrabandini –un personaje que con un megáfono y simulando la labor de los contrabandistas– ofrece el pollo más barato del mercado. El objetivo de la campaña es llamar la atención de las personas para concientizarlos sobre los problemas sociales, sanitarios y económicos que se desprenden de esta actividad ilegal, explicó Valencia.
