Mil prendas de jeans son una gran cantidad, más si son consideradas basura, pero para los miembros de ‘Limpia tu closet’ no, son una oportunidad de convertirlos en material principal de una colección de lujo, de larga duración y que, además, terminan llevando un mensaje poderoso de empoderamiento y conciencia social.

Es lo que ocurre con ‘Son vendedora’, una colección cápsula de la marca de bolsos y zapatos en cuero Sanangel en alianza de la plataforma de recolección de ropa ‘Limpia tu closet’, que cumple diez años de labores.

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La idea de implementar este material en sus creaciones, además del importante lugar que ocupa en la moda, viene de la responsabilidad ambiental de la marca, ya que la preservación de los recursos que impulsan una vida circular, reutilizable y de reciclaje, es parte fundamental de sus principios de sostenibilidad.

Para la elaboración de un jean se gastan en promedio tres mil litros de agua en el proceso. Por eso, nada mejor que transformar este recurso, que normalmente terminaría siendo contaminante, en un insumo con segunda vida listo para ser reintegrado a un nuevo ciclo de producción.

‘Limpia tu closet’ es una iniciativa que impulsa campañas de impacto para beneficiar a poblaciones de escasos recursos por medio de la economía circular, liderada por Heider González.

Diez años en el closet

¿Cómo nació y hace cuánto arrancó esta iniciativa?

Nace en el año 2013, que nace del simple acto de sacar ropa de mi closet, como muchos lo hacemos, y ahí pensé, que si todos lo hacemos y lo que sacamos lo usamos para ayudar, podemos impactar a miles de personas.

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Somos la plataforma más grande de recolección de ropa en el país, superando las más de 220 toneladas de ropa, ayudando a más de cien mil familias y trabajando con cerca de 80 organizaciones socioambientales en el país, conectando a más de 40 mil niños y jóvenes en acciones colaborativas.

¿Cuáles son los aportes?

Trabajamos en darle dos soluciones puntuales al país. Trabajamos por una solución social y una ambiental. En lo social, lograr cerrar un poco la brecha de desigualdad, donde la gente comparte su ropa con otros colombianos. Y ambiental, porque estamos mitigando el impacto de la industria textil, a través de economías de moda circular.

¿Cómo fue ese momento de estar frente a su closet lleno de muchas prendas que quizás no usaba?

Ese momento fue una bendición. Todo el mundo saca ropa, pero cuando lo hice, empecé a pensar en cómo hacer que ese acto fuera más importante, y ahí vino la idea de los colegios, donde encontramos un montón de niños, que pueden lograr captar el mensaje, empezar con la donación de ellos e impactar en sus familias.

¿A dónde llegó la primera vez?

La primera vez que la hicimos en un colegio, pensamos en mil o dos mil prendas, pero el resultado nos superó y llegamos a las diez mil prendas, lo cual nos superaba.

¿Cómo es el recorrido de una prenda de segunda?

Se empieza por la socialización, para decirle a la gente el momento, el tiempo y el lugar donde adelantamos las acciones. El segundo momento es la recolección, cuando la gente lleva su donación al lugar, mientras que el tercer momento es la clasificación. Luego, la distribución de esa donación, para habitantes de calle, misiones del Ejército Nacional, catástrofes naturales, que es el 30% de la donación. El otro 70% es para un modelo de economía circular con una fundación para que haga una venta de garaje, para eliminar el asistencialismo.

¿Cómo la pandemia  cambió el concepto del uso de la ropa de segunda?

Creo que ha empezado a entender la realidad del otro. La pandemia despertó todo tipo de sentimientos y emociones en la gente. A partir de ahí empezamos a darnos cuenta que las cosas se volvieron, que la vida está más cara y todo es más escaso, por lo que mucha gente ha entendido que en vez de comprar un jean nuevo en 300 mil pesos, lo puedes conseguir de segunda mano en muy buen estado, en 30 mil pesos.

Hemos empezado a soltar un poquito más y poder abrir la mente, porque pertenecemos a una cultura latina aferrada al tener y se mide por la apariencia, hemos ido descubriendo otras formas de vivir.

¿Una industria de la moda que inculcó la costumbre del consumo excesivo y la acumulación?

Todo surge del modelo Fast fashion, que se descubre a través de la tragedia en Bangladesh, con un edificio que se derrumba y mueren más de tres mil personas, entre ellas, mujeres y niños, quienes trabajaban 16 horas por tres dólares para hacer la ropa barata que nos ponemos.

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