Hablar con Andrea Sheleska Peñaranda Guerrero de su pasado no tiene ningún misterio y lo mejor de todo es que lo hace sin rodeos. Ella es una mujer transexual que hace semanas fue nombrada Señorita Trans Cúcuta y representará a la ciudad en el evento Miss Trans del Mar Nacional, que se hará en agosto en Santa Marta. Siempre decía “por chiste” que quería ser reina y hoy ese sueño se volvió realidad.
Nació hace 27 años como Jordy Andrés, sin embargo, afirmó que siempre se sintió niña. Le gustaban las barbies, las faldas, los reinados y tenía ademanes que lo delataban.
Pero, gracias al apoyo de su familia pudo convertirse en la mujer que es hoy, más el apoyo de su mamá, ella persigue sus sueños, siendo una mujer respetuosa y honrada.
Desde sus 19 años, Andrea luce como mujer, y hace dos años fue completamente feliz al poder ir a la Registraduría y cambiar su nombre y su sexo.
Hoy, Andrea Sheleska está terminando el bachillerato, pues cuando tenía 15 años e iba en décimo grado, no aguantó las burlas de sus compañeros por su identidad de género.
“En esa época era muy discriminativo cuando veían a un chico femenino o con actitudes femeninas. No aguanté la presión y me retiré”, contó la reina que, desde el año pasado, volvió a estudiar y el próximo mes se gradúa como bachiller en el mismo instituto que le dio la oportunidad de hacer técnico en trabajo social. Además, trabaja como estilista.
La Opinión habló con ella, quien también es activista en pro de la comunidad trans y de la comunidad LGTBI.
Se define como una mujer trans. ¿Puede explicar qué quiere decir ese término? ¿En qué consiste la transexualidad?
Las personas trans, porque hay que dejar claro que hay mujeres y hombres transgénero también, somos las personas que no nos identificamos con el género de nacimiento y empezamos un momento de transición con el género opuesto o el que queremos estar. En este caso, nací hombre pero, después de un largo proceso, me siento identificada como trans. Soy una mujer transgénero.
¿A qué edad inicio la transición?
Mi transición empezó entre los 16 y 17 años. En ese momento no tenía nada de información, era un chico con temores e inseguridades y a mi mamá me le declaré como gay, pero con el tiempo me di cuenta que no era gay, que no me identificaba así, y fue cuando empecé la ruta de averiguar, de informarme, de saber que realmente era y con el apoyo de una psicóloga en ese momento, me ayudó, y me dio la valentía.
Al principio no fue nada fácil, pero tampoco imposible.