El robo de espejos de carros y motos, parabrisas, tapas de los tanques de la gasolina se han disparado en Cúcuta. Presuntamente gran parte de los  habitantes de calle estarían detrás de este delito siendo revendidos a bajo precio en lugares clandestinos o pasando la frontera.

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“Precisamente el factor de oportunidad y la cultura de la gente de comprar esos elementos más baratos, hasta en un 40 por ciento, ha provocado que el hurto de esos repuestos se haya disparado en la ciudad”, indicó una fuente de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de Cúcuta.

Es común escuchar diariamente las denuncias de conductores que dejan sus carros o motocicletas parqueadas, durante varios minutos, en la calle o afuera de sus viviendas y al salir se topan con la sorpresa que le hace falta un espejo o alguna otra cosa.

Precisamente, varios trabajadores del Policlínico de Atalaya denunciaron que se roban espejos, las  tapas de la gasolina, las plumillas, entre otros repuestos de sus carros cuando parquean los automotores afuera de ese centro asistencial. Los carros de marcha Chevrolet y las motos de la línea Suzuki GN son los que más buscan los ladrones.

¿Dónde se presenta esa situación?

Las autoridades han estado tras la pista de los delincuentes que hábilmente arrancan los repuestos de los automotores, la seguidilla a estas personas ha determinado que no hay un punto específico de Cúcuta donde se presente esta modalidad de hurto, pues en cualquier zona es común.

“Es un flagelo que se ha estado presentando en todas partes, no hay un dato exacto de si eso ocurre en la zona céntrica o en alguna ciudadela, hasta en sectores exclusivos ocurre que dejan un vehículo de alta gama parqueado en la calle y pasa algún habitante de calle y se roba un repuesto, que en el mercado es carísimo”, indicó una fuente judicial.

Para mitigar esa situación, varios funcionarios de la Sijín estuvieron el año pasado en el sector conocido como El Triángulo, que queda sobre la calle 4 con Canal Bogotá, en el centro, en un allanamiento a varios establecimientos donde se comercializan repuestos de automotores, pero los investigadores no conocieron el origen de las piezas.

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Eso se debió a que la mercancía que estaba a la venta allí no estaba marcada, por lo que los funcionarios no tuvieron indicios de si eran repuestos robados o comprados de segunda mano de manera formal. “Por eso se incentivan las jornadas de marcación de los automotores, pues los repuestos que más hurtan quedan con un distintivo, y al llegar a un sitio clandestino uno las identifica como robadas y se toman medidas al respecto al dueño del establecimiento”, aseguró la fuente.

Por las trochas

Las investigaciones de las autoridades han determinado que gran parte de los repuestos que roban en la ciudad terminan en Venezuela, pues los pasan por las trochas, donde hay una gran demanda de esos elementos.

Precisamente, la Sijín recopila información y testimonios para determinar si habría una banda delincuencial dedicada a robar, pasar por esos pasos fronterizos ilegales y vender en Venezuela las autopartes.

“Es que ya no se habla de lugares donde desarmen un carro o moto y vendan las puertas, las baterías, etcétera, pues los ladrones ahora se roban un automotor y le falsifican una placa, los papeles y la gente incauta los compra así”, explicó la fuente.

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