La sombra de la muerte volvió a la familia Pineda Romero, dejando dolor, rabia e incertidumbre. Primero fue Deisy Marcela a la que asesinaron en octubre de 2015, ahora, el jueves en la noche, se dio el homicidio de William Andrés.
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Al hombre, de 25 años, que sería conocido por varios amigos y vecinos como ‘Tuteca’, lo mataron en la calle 4 entre avenidas 11 y 12, del barrio Carora.
A pesar de que el hecho de sangre se dio a las 8:20 de la noche, algunos habitantes de este lugar aseguraron que no alcanzaron a ver mucho, porque se encontraban dentro de sus casas alistándose para dormir.
Una sola persona que tiene un establecimiento comercial a pocos metros de donde se dio el ataque, contó que alcanzó a escuchar los disparos.
“Estaba bastante ocupado, atendía a dos personas, pero habían algunas afuera, cuando es que sonaron cinco tiros y veo que varias personas corrieron a entrarse al local, asustadas. Ahí me contaron que habían acabado de balear a un hombre”, dijo el trabajador.
Quienes se acercaron a ver quién era la víctima, no la lograron reconocer porque llevaba puesto un casco de protección para motocicleta, pero al ver que tenía señales de vida, detuvieron un taxi y la trasladaron a la Unidad Básica La Loma de Bolívar.
Minutos más tarde, cuando los galenos atendían a William Pineda, falleció. Los familiares de la víctima fueron alertados de lo sucedido y de inmediato se trasladaron al centro asistencial, sin poder hacer nada para ayudarlo.
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“Nosotros no supimos mucho de lo que pasó, él vivía solo y cuando nos llamaron ya estaba en el centro asistencial. Estamos conmocionados y pues la verdad ahora solo queda esperar a las investigaciones de la Policía”, aseguró una familiar de la víctima.
Según las autoridades, William Andrés tenía antecedentes por hurto calificado en 2015 y hurto en 2016, siendo llevado a prisión y purgando una condena en la Penitenciaría de Cúcuta, pero hace tres meses fue dejado en libertad.
Durante la inspección judicial, las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brihno) pudieron ver que en el sitio donde se dio el asesinato no había cámaras de seguridad y no tuvieron muchos testimonios de lo sucedido, solo hallaron cinco vainillas calibre 9 milímetros.
Los investigadores conocieron que, supuestamente, el sitio por donde se encontraba la víctima, es frecuentado por consumidores de drogas.