Para Martha Sarmiento la vida se le volvió un infierno cuando, en la noche del 23 de noviembre de 2021, la llamaron para decirle que su hija Dayana Katerin Pinto Sarmiento acababa de ser asesinada cruelmente a manos de quien fuera su pareja y el padre de su pequeño nieto. 

Hoy, cerca de 10 meses después de este hecho, Martha Sarmiento no ha tenido información de los avances en las audiencias, luego de que Yeison Javier Vargas Rondón fuera imputado por feminicidio agravado. La madre indicó que en ningún momento la han citado a audiencias o, por lo menos, la han invitado a unirse a una audiencia virtual y desconoce sobre el escrito de acusación. 

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En varias ocasiones ella  ha viajado a Cúcuta, desde Bogotá, para preguntar en la Fiscalía por qué el caso de su hija no avanza y asegura que ni siquiera conoce el nombre del fiscal a cargo. La Opinión confirmó que el único nombre que ella conservaba de un funcionario judicial no está asignado a este caso.

Según Martha Sarmiento, Yeison estaría tratando de demostrar que tiene un problema siquiátrico (para considerar la inimputabilidad) y eso -a su juicio- estaría retrasando todo. Por ello, pide que tanto el ente investigador a nivel nacional, así como la Defensoría del Pueblo le ayuden, porque ella trabaja en Bogotá y carece de los recursos para pagar un abogado que la represente. 

 “Al parecer, no han hecho ni la primera audiencia, yo necesito que la Fiscalía se ponga la mano en el corazón y avancen en el caso para que se haga justicia”, añadió.

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Amaba a su hija

Sarmiento, quien vive en un humilde sector de la capital y trabaja como aseadora, recuerda que una mujer la llamó para decirle que, presuntamente, Yeison Javier había apuñalado a su hija.

 “Esa llamada fue la peor noticia que haya recibido en mi vida, porque yo había hablado con ella el 21 y 22 de noviembre de 2021, y que al otro día me llame una familiar de Yeison a decirme eso”, recuerda.

La mujer, que es natural de Bogotá al igual que Dayana, recuerda que aconsejaba a su hija y a veces le pedía que se devolviera con su nieto.

Dayana fue la pareja de Yeison Vargas desde que tenía 13 años; ambos comenzaron su vida juntos en Bogotá, luego se establecieron en  Villa del Rosario.

Incluso, según se conoció, Martha nunca apoyó esa relación “el corazón de una madre no se equivoca y yo nunca apoyé esa relación, cuando ellos se fueron para Villa del Rosario era difícil la comunicación, pero sabía de los problemas que tenían ambos”, comentó.

La pareja tuvo un niño, que actualmente tiene 3 años, pero luego que Dayana fuera asesinada y a Yeison Javier lo capturaran, quedó bajo el cuidado de su abuela paterna.

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Martha se comunica con el menor por videollamadas y anhela reunirse con él pronto.

Al parecer, Dayana Pinto habría sido maltratada físicamente en varias oportunidades por su pareja sentimental, algo de lo que Martha se enteró después del asesinato de la joven de 19 años.

 “Ella me decía que él era celoso, nunca me contó que él le pegaba. Yo al estar lejos no la pude proteger. Hubiera dado mi vida por la de Dayana”, explicó la madre.

El hecho

El lamentable hecho se dio a las 5:40 de la tarde tras una discusión entre Dayana y Yeison por los constantes celos de él. No era la primera vez que una situación así se presentaba, según contaron algunos de sus familiares y vecinos en ese entonces.

Se conoció que la mamá de Yeison Javier, al enterarse de lo que pasaba entre la pareja, decidió llamar a Dayana y decirle que se refugiara en la vivienda de unos familiares.

La muerte

La joven se refugió en la otra vivienda, pero minutos después Yeison Javier arribó a ese lugar y tras convencer a sus familiares de que solo quería hablar con ella, lo dejaron entrar.

Dayana se encontraba en el patio de una casa, ubicada en la calle 31 con carrera 12 del barrio Galán (Villa del Rosario), cuando el hombre se le acercó y retomó la discusión.

Pero, esta vez, Vargas Rondón sacó un cuchillo que llevaba y la apuñaló en tres oportunidades. Al ver que la joven cayó al piso, agonizante, el hombre huyó. A la víctima la trasladaron en un vehículo hasta el Hospital Jorge Cristo Sahium, donde ingresó sin vida.

Se llevó el cuerpo para Bogotá

Martha desesperada viajó hasta Cúcuta, el 24 de noviembre, un día después del feminicidio,  para reclamar el cuerpo de su hija y llevársela para Bogotá, donde la esperaban sus allegados.

Para la madre fue doloroso pisar una ciudad a la que nunca pensó viajar, desconociendo la zona y con el dolor de volver a ver a su hija, pero en un ataúd.

Ella le reclamó a la familia de Yeison por lo sucedido, abrazó a su nieto – que es un ‘retrato’ de su amada Dayana- y se llevó el cuerpo.

Al llegar a Bogotá varios familiares esperaban a Dayana para darle un último adiós. El cuerpo de la joven permanece en el Cementerio de Bosa Piamonte, en la localidad de Bosa.

‘Un infierno ver su lápida’

Martha visita la tumba de su hija cada 15 días. Le compra los girasoles que tanto le gustaban a Dayana y los pone sobre el florero de mármol.

Mira  un retrato del rostro de su hija, tallado en el mármol, y llora desconsoladamente. Es un dolor que nunca cesa y la hace sentir culpable por no haber podido hacer nada por salvar a su hija.

Sentada en una pequeña silla frente a la tumba habla de todo lo que le ha pasado, como si su hija le respondiera y le diera palabras de aliento. Esa cruel rutina la asume con dolor, con resignación y clamando que se haga justicia con este caso.

 “Es un infierno ver su lápida, porque tiene un retrato suyo y es como si me mirara con esos ojitos lindos que ella tenía. También dejó a mi nieto en Villa del Rosario”, explicó.

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