Cuando las autoridades llegaron a la avenida 6 con calle 5, del barrio La Ínsula, la madrugada de ayer, para iniciar las pesquisas del homicidio de Hernán Darío Rodríguez Donado, empezaron a conocer que este nuevo hecho de sangre se habría dado por posibles ajustes de cuentas por microtráfico.
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La víctima, conocida como ‘Chimpa’, había sido detenida en seis oportunidades por porte ilegal de armas y fabricación, tráfico o porte de estupefacientes, desde 2018, hasta el pasado 3 de febrero de este año.
Los investigadores judiciales conocieron que, al parecer, Rodríguez expendía drogas en este sector, afectado históricamente por este fenómeno del microtráfico.
Hernán Darío recibió cinco disparos en el pecho y la cara, que le costaron la vida de manera inmediata en un caño de aguas lluvias que pasa por este popular sector de la ciudad.
El hallazgo del cadáver se registró a las 2:00 de la madrugada, cuando algunos habitantes de calle alertaron a la Policía, por lo que de inmediato los uniformados arribaron al lugar para verificar lo que había ocurrido.
Sin embargo, los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) no tuvieron mayores detalles ni pistas sobre los responsables del crimen.
Lo que sí pudieron recolectar en la escena del asesinato fueron ocho vainillas calibre 9 milímetros que deberán ser sometidas a estudios balísticos para rastrear el arma con la que fue atacado ‘Chimpa’.
Dos crímenes en menos de 72 horas
Héctor José Piña Sosa, de 51 años, también fue una de las víctimas de la delincuencia en en este sector Cúcuta.
La noche del miércoles fue apuñalado, también en el barrio La Ínsula, en medio de un intento de atraco.
El hecho ocurrió alrededor del CAI Industrial de la Policía, por donde hay presencia de consumidores de drogas y ventas de licor, además de locales comerciales de repuestos de vehículos.
Precisamente, se conoció que Piña Sosa, quien, al parecer, era habitante de calle y se dedicaba al reciclaje, fue atacado por tres hombres que lo interceptaron cuando caminaba por la avenida 6, hacia la glorieta que comunica con el barrio Sevilla, después de salir de un establecimiento donde se tomó unas cervezas.
Los atracadores le exigieron a la víctima que les entregara lo que tenía en su poder, a lo que esta se rehusó, asegurando que era producto de su trabajo en el reciclaje, por lo que uno de los ladrones sacó un cuchillo y la agredió en el pecho.
Aunque el herido fue trasladado al Hospital Universitario Erasmo Meoz, finalmente murió a las 4:00 de la tarde del día siguiente.
Algunos comerciantes del sector se quejaron por los constantes robos y riñas que se registran en este sector.
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