Las pesquisas que adelantaron las autoridades contra una estructura que se encargaba de comercializar estupefacientes en la Penitenciaría de Cúcuta, permitieron conocer paralelamente, que un grupo de hombres traficaba armas y drogas, que traían desde Venezuela y el interior de Colombia.
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Los investigadores judiciales empezaron a seguirles los pasos a los sospechosos, durante más de un año, por lo que fueron identificándolos y conociendo los movimientos clandestinos de cada uno.
Las unidades de la Sijín, de la Policía Metropolitana de Cúcuta, de la Fuerza de Tarea Vulcano del Ejército y la Fiscalía 10 Especializada Antinarcóticos, lograron tener el material probatorio para que un juez expidiera nueve órdenes de captura contra esa organización criminal, por los delitos de concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas.
Cuando los investigadores tuvieron las órdenes judiciales en su poder, desplegaron un operativo simultáneo en Cúcuta, Cali y Bogotá, donde capturaron a seis de los nueve objetivos que buscaban.
En el barrio Aeropuerto, de la capital de Norte de Santander, fue capturado Orlando Patiño Astidias, mientras que en Chapinero, de la ciudadela Juan Atalaya, detuvieron a Fredy Alexander Celis Correa.
Las autoridades también aprehendieron a Luis Alberto Redondo Villamizar, conocido como ‘Miniteko’, en el barrio Trigal del Norte, mientras que en Loma de Bolívar cayó John Kennedy Cruz Nava.
El jueves 7 de octubre, en Cali, fue capturado Jader Smith Cedeño Noreña, conocido como ‘Marrano’, mientras que en el barrio La Florida, de Bogotá, aprehendieron a John Elixander Meneses.
La investigación
Según se conoció, en medio de las interceptaciones telefónicas que adelantaron los investigadores, descubrieron que los detenidos se asociaban para traer armas desde Venezuela y venderlas al mejor postor en territorio colombiano.
Sin embargo, tanto el Ejército como la Policía, aseguraron que los detenidos delinquían para la estructura urbana del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y que le ayudaban a este grupo guerrillero a tener información de inteligencia contra la Fuerza Pública, así como a conseguir armas cortas y largas para fortalecer su poder bélico y criminal en esta zona del país.
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Luego de capturar a estos seis hombres, quedaron a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía y posteriormente fueron escuchados en audiencias concentradas, en las que fueron imputados por los delitos de porte ilegal y concierto para delinquir, y aunque los detenidos no se allanaron a los cargos, fueron enviados a la cárcel.
Las autoridades conocieron que durante el año pasado, los integrantes de la presunta banda concentraron su accionar en el microtráfico y en las extorsiones, aumentando de esta manera las finanzas de este grupo armado ilegal, dejando a su paso temor entre las víctimas, tras ser sometidas a intimidaciones para que accedieran a sus pretensiones.
Sin embargo, en lo corrido de este año, a través de labores de inteligencia, las autoridades aseguraron que, al parecer, estos presuntos delincuentes se encargaron de reclutar personas, así como de comprar material de guerra y de comunicaciones para atentar contra la Fuerza Pública en la capital de Norte de Santander.
Uno de los atentados
El 9 de septiembre, la activación de un artefacto explosivo en inmediaciones de la avenida Demetrio Mendoza, entre Prados del Este y El Escobal, dejó a una mujer muerta y a cuatro uniformados de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana de Cúcuta y a otra mujer civil heridos.
Cuando el reloj marcaba las 5:40 de la tarde, la explosión de este artefacto le causó la muerte a Elizabeth Niebles Martínez, de 53 años, oriunda del Cesar, quien caminaba desprevenida por el lugar.
Asimismo, María Angélica Celis Lizcano, también civil, resultó herida por la onda explosiva. Las patrulleras Jessica Carolina Franco y Yennifer Maldonado Sánchez tuvieron heridas en el cuello y la pierna izquierda, al parecer, sin gravedad.
Los patrulleros Jhon Barrios Martínez y Jonathan Eslava Mateus quedaron aturdidos.
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