Durante más de ocho meses, uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), en conjunto con la Fiscalía 11, estuvieron tras la pista de una banda delincuencial que se dedicaba a cometer atracos a diferentes sectores comerciales en las comunas 8 y 9 de la capital de Norte de Santander.

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Los uniformados de la Seccional de la Unidad Básica de Investigación Criminal de Tránsito y Transporte, en conjunto con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), de la Fiscalía, lograron conocer los movimientos delictivos de la estructura denominada como ‘Los Pocholos’, involucrada en atracos a personas, motociclistas, conductores de servicio público y en tiendas.

“Se conocieron nueve denuncias de los robos que dejaron al menos 13 víctimas, sin embargo, creemos que fueron muchos más atracos, por lo que esperamos fortalecer el proceso judicial”, dijo una fuente cercana a las indagaciones.

Poco a poco, los uniformados que adelantaron las pesquisas tuvieron el material probatorio contra esta banda, contando con siete interceptaciones telefónicas, declaraciones juradas, análisis de campo y reconocimiento fotográfico.

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‘Los Pocholos’ concentraban su fortín en los barrios Divina Pastora, Belén, Manuela Beltrán y Valles del Rodeo.

El operativo

Desde las 6:00 de la mañana del viernes 15 de octubre, las autoridades desplegaron cuatro diligencias de allanamientos en los barrios Valles del Rodeo, Villa Paz y Manuela Beltrán, para capturar a cuatro de los integrantes de esta banda.

Los uniformados detuvieron a Gerson Gutiérrez Duarte, conocido como ‘Pocho’, señalado de ser el líder de la organización; a su hermano Daniel José Duarte Rangel, de 26 años, el segundo al mando; Manuel Darío Rangel Calderón, de 29, y a Efrén Alexander Sánchez Meza, conocido como ‘Cabeza de Frita’, de 20 años.

Según se conoció, esa mañana se escapó del cerco de las autoridades un quinto integrante de esta banda, por lo que los investigadores siguen tras su pista.

En los allanamientos fueron incautados un revólver calibre 32 milímetros, con seis cartuchos, una escopeta calibre 12, además de 12 celulares, que quedaron a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, junto con los cuatro detenidos.

Luego de ser escuchados en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, un juez decidió enviar a la cárcel a los procesados por los delitos de concierto para delinquir, hurto calificado y agravado y porte ilegal de armas.

Los capturados, que mantenían un imperio de terror y pánico hacia sus víctimas, no podrán volver a hacer de las suyas en estos sectores de las comunas 8 y 9, por lo que con esta operación, las autoridades esperan devolverles la tranquilidad a los comerciantes y transeúntes de estos lugares.

“Hay un buen equipo técnico con el que se permitió llegar a estas personas, invitamos a las víctimas a denunciar y a no permitir que sigan ocurriendo estos hechos”, dijo la fuente judicial.

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