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Judicial
Lo mataron sin piedad frente a la iglesia de Cuberos Niño
Jhon Alexander Gómez recibió cinco impactos de bala.
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Domingo, 10 de Abril de 2022

Las detonaciones de al menos seis disparos paralizaron la cotidiana jornada comercial que se vive en el barrio Cuberos Niño, justo en los alrededores de la iglesia San Juan Vianey, ubicada en la calle 23 con avenida 9, de este popular sector. Allí, Jhon Alexander Gómez López fue atacado sin piedad hasta perder su vida.


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Según se conoció, la víctima estaba frente a la iglesia, cuando de repente se le acercó un desconocido que se movilizaba en una motocicleta marca Yamaha Bwis, sacó un revólver y le empezó a disparar de manera indiscriminada, hasta verla caer gravemente.

Sin embargo, al parecer, el agresor minutos antes les advirtió a Gómez y a otro hombre que lo acompañaba para que se fueran del lugar, presuntamente en medio de una discusión.

“Después volvió y lo tiroteó, cuando estaban comiéndose un pastel. Dicen que lo había escupido y discutieron, luego volvió y lo mató”, explicó un habitante de la zona.


Lea aquí: El asesino de Yasmín Bayona le mencionó a su hija y luego la mató a balazos

 

Mientras Gómez agonizaba ante la mirada impactante y temerosa de las personas que transitaban por este lugar y los comerciantes que están alrededor, el homicida huyó tranquilamente con dirección hacia la calle 22 y allí le perdieron el rastro.

Rápidamente los habitantes de este lugar alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta de lo que acababa de ocurrir, por lo que varias patrullas arribaron a la escena del hecho y trasladaron a Jhon Alexander a la Unidad Básica Puente Barco, pero llegó sin vida al centro médico.

Los investigadores de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección en el lugar del ataque y del levantamiento del cadáver.
 

homicidio

¿Quién era?
Jhon Gómez, al parecer, era consumidor de drogas y también se dedicaba a la zapatería. “Lo único que sabemos es que trabajaba en una zapatería por acá en este sector. Sin embargo, no era frecuente verlo por este lado del barrio, pero a veces venía y se paraba ahí”, dijo un vecino del lugar.

Las autoridades adelantan las pesquisas para esclarecer los móviles de este hecho de sangre, aunque no descartan una disputa por territorio de microtráfico, tendrán que avanzar en las indagaciones para conocer las causas del asesinato.

Precisamente, en algunos locales comerciales que están alrededor del lugar donde ocurrió el crimen hay varias cámaras de seguridad, por lo que las autoridades tendrán pistas de las características del pistolero para avanzar en la identificación y judicialización.

Racha violenta
En las últimas 72 horas, en Cúcuta ocurrieron cinco homicidios. El jueves se dieron tres de estos casos en diferentes sectores de la ciudad.

Uno de estos hechos se registró en la calle 3, entre avenidas 5 y 6, del barrio Latino, donde murió baleado José Ángel Vesga Ramírez, de 38 años, quien tenía una empresa de vigilancia informal en este sector. En este hecho, la esposa de la víctima resultó herida en un glúteo.

En el barrio Aguas Calientes, de la ciudadela La Libertad, fue asesinado José Alfredo Jiménez Hernández, quien recibió tres impactos de bala.

En la inspección técnica del cadáver, que quedó tendido al lado de la motocicleta en la que se movilizaba la víctima, las autoridades hallaron una bolsa, al parecer, con cocaína, lo que es materia de investigación. El crimen fue cometido en un punto desolado, oscuro y que colinda con un sector conocido como El límite.

Yasmín Bayona Acosta fue baleada en el porche de su vivienda, ubicada en el barrio Jerónimo Uribe, por un hombre que huyó en una motocicleta con un cómplice.

Según conocieron las autoridades, el pistolero le mencionó el nombre de su hija y le preguntó que si ella era la mamá. Al responder afirmativamente, sacó un revólver y le disparó.

La mañana del viernes, Wilman Antonio Estaba Noruega fue asesinado a disparos en el barrio San Gerardo, en la vía que conduce a San Faustino.

La víctima recibió un disparo en la cabeza, mientras esperaba un cargamento de carne de contrabando.


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