La expansión del narcotráfico en Norte de Santander está llegando a los municipios donde no existen complejidades de orden público, factor que aprovechan los grupos armados ilegales para producir cocaína de manera sigilosa. Así quedó descubierto con la reciente operación que adelantaron soldados de la Trigésima Brigada del Ejército y unidades de la Fiscalía, en Arboledas.
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Los uniformados arribaron hasta la vereda Batea, zona rural de Arboledas, donde el frente Efraín Pabón Pabón del Ejército de Liberación Nacional (Eln) tenía un complejo de cocaína, en el que alcanzaba a producir hasta tres toneladas del alcaloide al mes.
Según se conoció, cuando las autoridades arribaron al sitio donde estaba construida la estructura ilegal, se desencadenó un intercambio de disparos con cinco hombres que protegían el laboratorio.
“Hubo un enfrentamiento y los delincuentes dejaron abandonadas unas motocicletas, alcanzando a huir”, dijo una fuente judicial.
Sin embargo, los militares rodearon la zona y lograron la incautación de 2.7 toneladas de clorhidrato de cocaína en procesamiento, además de 5.452 galones de gasolina, ACPM, acetona, ácido sulfúrico, entre otros insumos líquidos para procesar esa droga.
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Asimismo, fueron encontrados elementos necesarios para la producción de cocaína como ‘marcianos’, hornos microondas, plantas eléctricas, lavadoras, estufas, entre otros.
La marca
Según se conoció, en medio de la inspección al lugar, las autoridades hallaron la figura de un elefante que es utilizada como una marca, con la que los narcotraficantes identifican el dueño de la droga.
Sin embargo, esta figura no había sido detectada anteriormente, por lo que los investigadores judiciales están tras el rastro de quién sería el dueño de esa droga, que nos descartan que sea algún cartel mexicano.
“Los grupos armados ilegales están aprovechando la expansión a municipios que son turísticos y que no tienen una fuerte presencia de las autoridades, para procesar cocaína para negociarla con los carteles mexicanos de drogas y exportarla desde Venezuela a Estados Unidos y Europa”, explicó una fuente judicial.
Otro laboratorio reciente
En los últimos quince días, el Ejército y la Fiscalía han hallados estructuras para procesar cocaína en lugares diferentes a la zona del Catatumbo, donde anteriormente era la única zona del departamento que los grupos ilegales creaban sus fortines de droga.
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A inicios de este mes, las autoridades descubrieron uno de estos laboratorios artesanales en Astilleros, zona rural de El Zulia.
Los investigadores tuvieron información de inteligencia e interceptaciones telefónicas que les permitió descubrir la ubicación del laboratorio, donde el Eln procesaba hasta cuatro toneladas de cocaína mensualmente.
La droga era vendida al cartel de Sinaloa y luego la sacaban por Venezuela hacia Centroamérica y de ahí la llevaban a Europa, obteniendo enormes ganancias”, indicó la fuente.
Una vez los investigadores y los militares llegaron al sitio, pudieron ver que estaban procesando una tonelada y media de cocaína, pero las personas que trabajaban en eso ya no estaban ahí, fueron alertadas y lograron huir.
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Estos hallazgos dejan entrever que los grupos armados ilegales, que se financian principalmente del narcotráfico, han extendido sus tentáculos a las zonas que rodean la capital de Norte de Santander, en busca de un transporte más ágil de la droga hacia Venezuela, en busca del destino final que es Estados Unidos o Europa.
Las disputas que se generan por el control de los territorios para producir cocaína y para el negocio del microtráfico, mantienen una escalada mortal en la región y constantes enfrentamientos, dejando a su paso desplazamientos de la población.
Las autoridades aseguraron que continúan las investigaciones para desmantelar los complejos de cocaína que siguen instalándose en la región, al servicio de los carteles mexicanos de drogas.
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