‘Ábrase que no es con usted, si se queda lo mato’ fue lo que un pistolero le dijo a un joven que estaba sentado en un andén del barrio Tucunaré con Gerson Enrique Ibarra López, antes de accionar su arma en más de 13 oportunidades.
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Una vez el joven salió a correr, el hombre armado le disparó a la víctima, dejándola agonizante a 20 metros de la casa donde vivía, fue por eso que los familiares alcanzaron a llevarla hasta un centro asistencial, pero falleció.
El homicida llegó hasta la calle 2 con avenida 6, del barrio Tucunaré (parte alta), en un carro blanco, y luego de cometer el hecho burló el cerco de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), huyendo con rumbo al barrio Antonia Santos.
“Fue de un momento a otro, eran casi las seis de la tarde del sábado y yo estaba ahí en el frente de la casa hablando, cuando de la nada llega ese tipo, le dice cosas a Gerson y comenzó a disparar como loco”, aseguró un familiar de la víctima.
Y a pesar de que Ibarra López, de 29 años, fue auxiliado y trasladado al Policlínico de Juan Atalaya en la camioneta de un vecino, falleció.
“Lo que alcanzamos a ver es que el sicario era un tipo delgado, que medía como 1,65 metros y tenía una piel bastante blanca. Llevaba puesta una camisa blanca, un yin oscuro y zapatos negros. Nosotros alertamos a la Policía para que lo buscaran y no lo seguimos porque estábamos concentrados en salvarle la vida a Gerson, pero fue muy difícil”, indicó el familiar.
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La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brihno) arribó al centro asistencial para hacer el levantamiento del cuerpo de la víctima y luego a Tucunaré parte alta, para hacer la inspección técnica, en ese lugar encontraron seis vainillas calibre 9 milímetros.
Se conoció que la víctima recibió cuatro disparos en la cabeza, tres en el tórax, uno en su hombro izquierdo, uno en la pierna izquierda y otros cuatro en su pierna derecha.
Había estado en prisión
En los ojos de la abuela de Gerson Ibarra era evidente la tristeza y el dolor de perder a su nieto, a quien crió gran parte de su vida, por situaciones personales, sin embargo, recordó que él desde que era adolescente había tomado ‘malas decisiones’ y terminó siendo drogadicto.
“Él estaba solo y yo lo crié, es muy triste ver cómo su vida se fue yendo por ese camino, y ahora que ya no está, el dolor le queda es a uno”, aseguró con lágrimas la mujer.
Sumado a esto, se conoció que la víctima tenía antecedentes judiciales desde hacía varios años, por hurto y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
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Por el caso de hurto al que fue vinculado, pagó siete años en la Penitenciaría de Cúcuta. “Lastimosamente desde los 14 años él (víctima) entró al mundo de las drogas y nunca lo dejó, de hecho cuando lo asesinaron, él estaba consumiendo, en algún momento también hizo algunas cosas indebidas, sin embargo, en este último año no habíamos conocido ningún problema o amenaza que tuviera, es triste ese mundo porque o acaban en la cárcel o asesinados”, sostuvo con tristeza la familiar.
El hurto al que estuvo involucrada la víctima, se dio en un reconocido centro comercial ubicado en la zona céntrica de Cúcuta. Lo que se determinó por parte de las autoridades en ese momento, fue que Ibarra López habría robado varios yines, pero fue detenido poco tiempo después.
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Sin embargo, sus familiares resaltaron no creer que su muerte se haya debido a algún problema que hubiera tenido en el centro carcelario, pues había salido hace seis años.
“No dejó hijos o estaba en una relación, por ese lado estamos tranquilos, pero esperamos que la justicia pueda dar con el asesino y capturarlo. Estaba muy joven para que se fuera así y todo por la droga, muchas veces intentamos darle un apoyo para que dejara de consumir, pero él siguió ese camino hasta que lo mataron”, señaló con tristeza la familiar de la víctima.
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