Ayer solo quedó silencio y miradas desconsoladas alrededor de la vivienda ubicada en la calle 4 con avenida 3 del barrio Comuneros, donde dos presuntos atracadores le quitaron la vida a un estudiante, de 20 años, pero también murieron en medio de la reacción del papá, un pensionado del Ejército.
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El hecho ocurrió a las 2:40 de la madrugada, cuando Jeison David Gallego Páez junto con otro hombre ingresaron a la casa luego de romper los barrotes de la reja, hasta subir al segundo piso.
Según se conoció, los dos delincuentes primero se acercaron hacia la habitación del padre y le exigieron que les entregara la pistola, a lo que él se negó y les aseguró que no tenía ningún arma.
En ese momento, uno de los asaltantes se dirigió hacia la otra habitación, donde estaba Juan Sebastián López Ardila y luego de un forcejeo, le disparó sin piedad en la cara, dejándolo gravemente herido.
El papá del estudiante de inmediato reaccionó y logró empujar al delincuente que lo estaba custodiando y así pudo sacar su pistola para dispararles a los dos ladrones.
Jeison Gallego recibió dos impactos de bala en la cabeza, mientras que su acompañante fue impactado dos veces en el abdomen y otra más en la cabeza.
Los tres heridos fueron llevados inicialmente a la Unidad Básica de Comuneros, donde finalmente murieron Juan Sebastián López y uno de los delincuentes, mientras que el otro fue remitido al Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde también murió.
El prontuario
Según se conoció, Gallego Páez tenía antecedentes por hurto, receptación y fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
Al parecer, él fue detenido en Valledupar, luego de ingresar junto con otro hombre a una bodega ubicada en el barrio Kennedy para robarse televisores, aires acondicionados, entre otros electrodomésticos.
El hecho ocurrió en diciembre de 2012, cuando los dos asaltantes abrieron un hueco por una casa vecina y así ingresaron a la bodega. Los dos hombres estuvieron alrededor de cuatro horas en el lugar hasta sacar los electrodomésticos y llevarlos en un camión con rumbo desconocido.
El hallazgo
Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección en la vivienda, donde fueron incautadas una pistola, un revólver que usaron los delincuentes y al menos cinco vainillas.
Los investigadores judiciales recolectaron cada evidencia que les permitió establecer cómo ocurrió el hecho.
La situación jurídica
El papá del estudiante se presentó a las instalaciones de la Fiscalía para iniciar el proceso judicial por lo que ocurrió en el predio. Sin embargo, se conoció que no será capturado.
El abogado penalista José Ernesto Jaimes Chía explicó que el pensionado del Ejército puede sustentar su defensa bajo la causal de ausencia de responsabilidad, plasmada en el artículo 32 del Código de Procedimiento Penal, que tiene al menos doce ítems, entre los que se destacan la legítima defensa y el actuar bajo ira e intenso dolor.
“Él no fue a buscar la agresión, al contrario, estaba dentro de su vivienda y llegaron a atentar contra sus bienes y la integridad física de sus familiares, al límite que le cegaron la vida a uno de sus hijos, ocasionando la reacción inmediata, con la finalidad de proteger la vida de los demás integrantes de la familia”, explicó Jaimes.
Una fuente judicial aseguró que, aunque el papá de la víctima reaccionó y le quitó la vida a los dos presuntos ladrones, no sería capturado, simplemente estará vinculado a la investigación, rindiendo las indagatorias para reforzar la hipótesis del modo cómo ocurrió el hecho.
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