Como un ‘baldado de agua fría’ les cayó a Rodrigo Alfonso Vila Vila, de 83 años, y a su nieto un allanamiento de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de Norte de Santander a su casa, donde funcionaba una fábrica de armas artesanales.

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Según las autoridades policiales, el adulto mayor era el encargado de fabricar y ensamblar las armas en su vivienda, ubicada en el barrio 20 de Julio de Ocaña, donde funcionaba un supuesto taller de carpintería.

“El señor tiene conocimientos en armería, por lo que se le hizo fácil hacer escopetas en el patio. No sabemos si allí hacían otro tipo de armamento”, indicó la fuente judicial.

La investigación

A los oídos de unos uniformados llegó la información de que en dicha vivienda funcionaba la  fábrica, por lo que varios miembros de la Sijín comenzaron con seguimientos a los residentes del predio.

Así fue como algunos uniformados estuvieron atentos a la llegada de personas, así como la salida de mercancías o algún movimiento sospechoso, obteniendo evidencias suficientes para que un juez firmara una orden de allanamiento.

“Nosotros armamos la agenda de llegada de gente, a qué horas trabajaban, mejor dicho, cualquier cosa que hacían ya la teníamos clara, por lo que buscamos que aprobaran el allanamiento para llegarles temprano a la casa e incautar las evidencias (armas)”, indicó la fuente judicial.

El allanamiento

Así fue como el martes 14 de febrero, a las 6:00 de la mañana, un grupo de policías llegaron hasta la vivienda, abrieron la puerta y sacaron a Rodrigo Alfonso y a su nieto hasta la sala para preguntarles por las armas.

Mientras los uniformados les hablaban, otros caminaron hasta el patio, donde revisaron el taller, encontrando varias culatas de madera. “El abuelo nos dijo que él hacía era esas piezas en su taller de carpintería, que no sabía nada de armas. Lo que no imaginó era que íbamos a revisar otras partes de la casa”, aseguró la fuente.

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En la habitación de Vila hallaron una pistola de calibre 22 de marca Astra, sin salvoconducto, y otras piezas de las armas. En una caleta que había en el patio hallaron escopetas y otras piezas.

Las autoridades encontraron en total 20 escopetas, la pistola, 10 culatas, una prensa que usaban para el proceso de fabricación y varios tubos metálicos.

A los dos hombres los trasladaron hasta la Fiscalía, donde un juez dejó en libertad al nieto al  comprobarse que no tenía nada que ver con esa actividad ilegal, mientras que Rodrigo Vila  afrontara un proceso por fabricación y porte ilegal de armas de fuego.

¿Para quiénes eran las armas?

Ahora la tarea de las autoridades es conocer quiénes eran los clientes del adulto mayor, quien tiene antecedentes por porte de armas en 2009. Varias hipótesis apuntan a que las armas terminaban en manos de miembros de bandas delincuenciales o grupos armados.

“No nos han querido decir sobre los clientes, se supo que, al parecer, el señor le llegaban con fusiles para que les hicieran mantenimiento, pero en la casa no hallamos ninguno para comprobar esa versión”, dijo la fuente.

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