Para el dueño del apartamento en el que vivía Enrique Bautista Contreras todavía es un misterio cómo en tan poco tiempo se generó un incendio que acabó con la vida de su inquilino, el viernes a las 9:30 de la noche, en especial porque él vivía enseguida y no duró mucho tiempo en alertar a sus vecinos para que entre todos apagaran el fuego.

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“Estaba en mi casa durmiendo y nos despertó el humo. Ese apartamento es independiente de mi vivienda, pero igual no duramos mucho tiempo en ir a ayudarlo. Sin embargo, como el hombre tenía un candado y la puerta cerrada nos tomó unos minutos romperlo y forcejear la puerta hasta que cediera. De todas formas lo encontramos muerto (…)”, dijo el dueño.

Cuando por fin lograron irrumpir en el apartamento, ubicado en la avenida 9 con calle 14 del barrio El Páramo, los vecinos tuvieron que retroceder un tiempo antes de entrar porque había una cantidad considerable de humo negro dentro de la casa. Cuando ya pudieron ingresar se encontraron con que la candela estaba concentrada en la habitación de Enrique Bautista, quien  estaba en el piso del baño quemado en la mayor parte de su cuerpo y sin signos vitales.

Los vecinos desesperados consiguieron baldes de agua y una manguera lo más rápido posible porque podría incendiarse el techo y esparcirse las llamas a otros predios.

“Es que el apartamento es así, hay una sala después de la puerta, luego se sigue hasta el fondo encuentra un baño, y si continúa está la habitación donde dormía el inquilino. Lo importante es que al menos apagamos el fuego, cuando se controló la emergencia llamamos a la Policía”, explicó.

No hay una teoría clara

Cuando llegó el cuadrante policial y observó el hecho, alertó a la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brihno) para que adelantaran la inspección técnica, el registro fotográfico e hicieran entrevistas a los vecinos sobre el hecho y la víctima, de 67 años.

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Pero a medida que avanzaban recopilando información de Enrique Bautista y las circunstancias del incendio se creó una sospecha que en estos momentos sigue siendo objeto de investigación. Al parecer, la misma víctima pudo prender el fuego a su casa con un líquido inflamable.

Según una fuente judicial, en la vivienda hallaron una sustancia con características similares al combustible esparcido en varias partes del lugar, a pesar de que en un primer momento el incendio fuera catalogado como accidental.

Una vida solitaria

Lo único cierto es que Enrique Bautista era una persona muy cerrada, solitaria y enigmática a tal magnitud que los vecinos se enteraron de su verdadero nombre la noche en que murió, después de que las autoridades consiguieran un documento de identidad, porque la víctima repetía constantemente que su nombre era Luis.

“Esa noche llegó, le dimos un recibo, saludó y entró a su casa como siempre. Era una persona que durante los 4 años nunca compartió mucho con nadie, no lo visitaban amigos o familiares, no salía sino a trabajar y volvía, se la pasaba dentro de su casa. Hasta en las navidades después de las 7:30 se despedía y se entraba”, explicó el vecino.

Hasta el cierre de esta edición, ningún familiar se había acercado ni a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, ni al apartamento donde vivía, en El Páramo para preguntar sobre la víctima.

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