Cada vez que uno de los bomberos salía de cumplir con su labor en la bodega de elementos de peletería, ubicada en la calle 10 entre avenidas 8 y 9, del centro de Cúcuta, sus compañeros activaban un chorro fuerte de agua para bañarlo y alejar cualquier riesgo del traje especial que lo cubría. Esta escena se repitió varias veces la mañana de ayer, luego de cinco horas de labores del cuerpo Bomberos para controlar la situación.
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El incendio que generó alerta en este sector comercial de la ciudad se inició a las 5:00 de la madrugada de ayer, cuando por razones que aún no se han establecido, las llamas invadieron rápidamente la edificación, lo que obligó a que al menos cinco máquinas de Bomberos llegaran al lugar para atender la emergencia.
Al menos veinticinco voluntarios fueron necesarios para controlar las llamas y otros treinta permanecían atentos a cualquier indicación del comandante de la unidad para acudir en caso de que fuera necesario.
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La gran preocupación del oficial al mando de esta labor fue controlar un químico que se regó en el lugar del incendio, lo que podría causar un daño grave.
Sin embargo, sobre las 9:30 de la mañana, todo parecía estar controlado y desde la parte alta de la vivienda, donde se dio el incendio, se veía normal, con algunos rastros negros en las paredes por la conflagración.
“Afortunadamente el incendio no se extendió a los otros dos pisos y no hubo víctimas”, dijo uno de los voceros del cuerpo de Bomberos.
En un centro comercial
A finales de octubre del año pasado, también se registró un incendio en un centro comercial, ubicado en la avenida 7 con calle 11, en la zona céntrica, que dejó al menos a 21 locales de ropa y calzado quemados.
Los Bomberos necesitaron de al menos seis máquinas para controlar la emergencia, por la cantidad de telas, cuero, plásticos y cartón que había en estos establecimientos comerciales.
Durante cuatro horas se extendieron las labores, buscando controlar las llamas que amenazaban con afectar a otros locales vecinos.
En los rostros de los comerciantes que volvieron al día siguiente del hecho, era evidente la frustración, el desespero y el desconsuelo que les dejó el incendio, pues la mayoría invirtió todos los ahorros que tenía en las vísperas de la época decembrina del año pasado.
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