Lunes, 30 de Mayo de 2011
La Iglesia belga reconoció el lunes "su responsabilidad moral" en el
escándalo de los curas pedófilos que la mina desde hace un año y se
comprometió a indemnizar a las víctimas, 80 de las cuales van a
presentar una demanda contra el Vaticano.
La Iglesia belga reconoció el lunes "su responsabilidad moral" en el escándalo de los curas pedófilos que la mina desde hace un año y se comprometió a indemnizar a las víctimas, 80 de las cuales van a presentar una demanda contra el Vaticano.
"Conscientes de su responsabilidad moral y de la expectativa de la sociedad, los obispos y los superiores religiosos se comprometen a asegurar un reconocimiento de las víctimas y a adoptar medidas reparadoras de su sufrimiento", dijeron los obispos en un comunicado.
Los obispos "están determinados a devolver a las víctimas su dignidad y a procurarles indemnizaciones financieras según sus necesidades", dice el comunicado de las autoridades católicas.
Después de Estados Unidos, Irlanda y Alemania, la Iglesia católica belga se ha visto manchada por un escándalo de pedofilia, que llevó al obispo de Brujas Roger Vangheluwe a dimitir tras reconocer que había abusado sexualmente de un sobrino menor entre 1973 y 1986.
Desplazado de Bélgica a Francia, donde debía hacer penitencia y caer en el olvido, Roger Vengheluwe volvió a escandalizar a la opinión pública belga reconociendo que, en realidad, había abusado de dos de sus sobrinos y minimizando los hechos.
Las declaraciones de Vangheluwe provocaron una cascada de denuncias.
En septiembre de 2010, una comisión publicó los testimonios de cerca de 500 personas que acusaban a eclesiásticos de haber abusado de ellos durante su juventud.
La mayoría de los testimonios se referían a abusos cometidos entre los años cincuenta y ochenta, por lo cual han prescrito tanto para la justicia civil como para la eclesiástica.
A fines de marzo pasado, una comisión parlamentaria belga, presidida por la diputada socialista Karine Lalieux, había recomendado crear una "comisión de arbitraje" a fin de indemnizar a las víctimas cuyos casos hayan prescrito.
La Iglesia, que hasta el momento no había reaccionado a la propuesta parlamentaria, se mostró favorable el lunes a un procedimiento de "arbitraje para los hechos prescritos que ya no pueden ser tratados por los tribunales".
"Esos actos provocaron sufrimientos y traumatismos para las víctimas, a menudo durante largos años", dice el comunicado publicado el lunes por los obispos que "saludan la valentía de las víctimas que testimoniaron sobre hechos dolorosos".
"Pienso primero en las víctimas. Para ellas se trata de un día importante", declaró Karine Lalieux.
"La Iglesia reconoce su responsabilidad moral, reconoce a las víctimas y acepta reparar sus sufrimientos", insistió la presidenta de la comisión parlamentaria sobre "abusos sexuales".
El comunicado de los obispos coincidió con el anuncio de que 80 presuntas víctimas iban a presentar una querella contra el Vaticano ante la justicia belga por "negligencia culpable" a fin de obtener indemnización por daños y perjuicios.
Los abogados deben presentar los detalles de esa demanda el próximo miércoles en Gante, oeste de Bélgica.
La demanda apunta a la "Santa Sede y varias personas físicas, en Bélgica", señalo Walter Van Steenbrugge, uno de los abogados de las víctimas.
"La Santa Sede ejerce un poder enorme, el Papa pretende ser un ejemplo. íQue lo asuman!", declaró Van Steenbrugge.
"Conscientes de su responsabilidad moral y de la expectativa de la sociedad, los obispos y los superiores religiosos se comprometen a asegurar un reconocimiento de las víctimas y a adoptar medidas reparadoras de su sufrimiento", dijeron los obispos en un comunicado.
Los obispos "están determinados a devolver a las víctimas su dignidad y a procurarles indemnizaciones financieras según sus necesidades", dice el comunicado de las autoridades católicas.
Después de Estados Unidos, Irlanda y Alemania, la Iglesia católica belga se ha visto manchada por un escándalo de pedofilia, que llevó al obispo de Brujas Roger Vangheluwe a dimitir tras reconocer que había abusado sexualmente de un sobrino menor entre 1973 y 1986.
Desplazado de Bélgica a Francia, donde debía hacer penitencia y caer en el olvido, Roger Vengheluwe volvió a escandalizar a la opinión pública belga reconociendo que, en realidad, había abusado de dos de sus sobrinos y minimizando los hechos.
Las declaraciones de Vangheluwe provocaron una cascada de denuncias.
En septiembre de 2010, una comisión publicó los testimonios de cerca de 500 personas que acusaban a eclesiásticos de haber abusado de ellos durante su juventud.
La mayoría de los testimonios se referían a abusos cometidos entre los años cincuenta y ochenta, por lo cual han prescrito tanto para la justicia civil como para la eclesiástica.
A fines de marzo pasado, una comisión parlamentaria belga, presidida por la diputada socialista Karine Lalieux, había recomendado crear una "comisión de arbitraje" a fin de indemnizar a las víctimas cuyos casos hayan prescrito.
La Iglesia, que hasta el momento no había reaccionado a la propuesta parlamentaria, se mostró favorable el lunes a un procedimiento de "arbitraje para los hechos prescritos que ya no pueden ser tratados por los tribunales".
"Esos actos provocaron sufrimientos y traumatismos para las víctimas, a menudo durante largos años", dice el comunicado publicado el lunes por los obispos que "saludan la valentía de las víctimas que testimoniaron sobre hechos dolorosos".
"Pienso primero en las víctimas. Para ellas se trata de un día importante", declaró Karine Lalieux.
"La Iglesia reconoce su responsabilidad moral, reconoce a las víctimas y acepta reparar sus sufrimientos", insistió la presidenta de la comisión parlamentaria sobre "abusos sexuales".
El comunicado de los obispos coincidió con el anuncio de que 80 presuntas víctimas iban a presentar una querella contra el Vaticano ante la justicia belga por "negligencia culpable" a fin de obtener indemnización por daños y perjuicios.
Los abogados deben presentar los detalles de esa demanda el próximo miércoles en Gante, oeste de Bélgica.
La demanda apunta a la "Santa Sede y varias personas físicas, en Bélgica", señalo Walter Van Steenbrugge, uno de los abogados de las víctimas.
"La Santa Sede ejerce un poder enorme, el Papa pretende ser un ejemplo. íQue lo asuman!", declaró Van Steenbrugge.