~Un sacerdote estadounidense designado por el papa Francisco como el fiscal del Vaticano para los delitos sexuales fue uno de los dignatarios eclesiásticos que no denunció a un sacerdote abusador a la justicia antes de que éste, ahora en la cárcel, cometiera otros abusos sexuales, según documentos jurídicos revisados por The Boston Globe.~ Un sacerdote estadounidense designado por el papa Francisco como el fiscal del Vaticano para los delitos sexuales fue uno de los dignatarios eclesiásticos que no denunció a un sacerdote abusador a la justicia antes de que éste, ahora en la cárcel, cometiera otros abusos sexuales, según documentos jurídicos revisados por The Boston Globe.

El cura Robert Geisinger, líder con el segundo mayor rango entre los jesuitas de Chicago en la década de 1990, sabía al menos desde 1995 sobre el caso de quejas de abuso contra el sacerdote Donald McGuire, y avisó a funcionarios de la Iglesia hasta agosto de 2002 sobre cómo disciplinar a McGuire, reportó el diario.

Registros judiciales indican, además, que las quejas contra McGuire datan de la década de 1960, mientras que los jesuitas durante años no lo denunciaron.

McGuire está en una prisión federal cumpliendo una sentencia de 25 años. El ex consejero espiritual de la Madre Teresa, quien alguna vez tuvo seguidores en todo el mundo como un maestro y filósofo talentoso, es considerado una de las figuras más influyentes que ha sido condenada por el escándalo de abuso sexual dentro de la Iglesia católica. Geisinger rechazó hacer comentarios y remitió las preguntas al vocero del Vaticano, el reverendo Federico Lombardi.

Lombardi señaló en un comunicado que Geisinger tiene “un expediente sólido y probado de protección infantil que data de hace casi dos décadas”. Lombardi dijo que Geisinger, cuando prestó servicio con los jesuitas de Chicago, “manifestó preocupaciones respecto a la conducta de McGuire.