Tener un ahorro siempre será una buena opción para sacarlo de un apuro. Los expertos en finanzas lo catalogan como fondos de emergencia y básicamente es un ahorro sin una destinación puntual, pero con una condición clara para su uso. Es decir si se tiene un gasto no planeado y se tiene que atender de manera urgente, entonces se hace uso el fondo de emergencias.
De acuerdo con la plataforma Figuro, la creación de este tipo de fondos nace de la necesidad de proteger las finanzas personales ante un imprevisto.
Explican que la lógica del fondo de emergencia es que puede ser más conveniente atender imprevistos con recursos propios que con deuda. De esta forma, no se terminan pagando intereses por haber atendido una necesidad urgente.
Esto es muy importante en un país como Colombia, en el que 4 de cada 10 hogares si bien no son pobres caerían en la pobreza ante una falta de ingreso.
Para crear este fondo se debe definir primero de cuánto se quiere tener en el fondo de emergencia, darle el enfoque que se quiere, empezar a acumular el dinero y crear el hábito y optimizar tu ahorro.
Si se goza de una buena estabilidad laboral y puede ahorrar el 10% del ingreso, completar el fondo podría tomar entre 20 y 30 meses.
Si no tiene estabilidad laboral, o las deudas no le permiten ahorrar el 10% del ingreso, puede empezar por hacer una reingeniería de los gastos.
También puede crear reglas de ahorro automático utilizando descuentos de la cuenta de ahorro programados.
Si es independiente, defina un nivel máximo de gasto mensual. Luego, ahorre todo dinero que reciba mensualmente por encima de ese nivel.
Puede crear reglas para ingresos extraordinarios. Por ejemplo: si recibe cualquier dinero con el que no contaba, disfrute la mitad y la otra mitad la ahorra.
O si tiene un contrato laboral, podría destinar la prima de servicios a la creación de este fondo de emergencia.
Figuro dice que la ecuación es sencilla: al quitar todos los gastos de los ingresos, debe sobrarle dinero y ese dinero lo acumula mes a mes para crear y hacer crecer el fondo de emergencias.
El principal enemigo a la hora de ahorrar suele ser la misma persona; por eso, es recomendable un mecanismo que le recuerde y le obligue a ahorrar, así mismo como un mecanismo que proteja el ahorro de los antojos camuflados.
Así podrá tener un auxilio ante una emergencia y podrá hacer un mejor uso de las finanzas personales.
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