Asimismo, medidas restrictivas como el confinamiento, el lavado frecuente de manos, el uso de limpiadores antisépticos y desinfectantes, y el uso prolongado del tapabocas expusieron a los pacientes a una presión continua, provocando que varios síntomas se exacerbaran y, por ende, se presentara una mayor afectación en la piel.
Una de las autoras del estudio, la Dra. Gloria Sanclemente, investigadora de la Universidad de Antioquia, señaló que “es poco lo que se conocía acerca del impacto de la pandemia en la dermatitis atópica, ya que los pocos reportes que había, solo sugerían que esta enfermedad podría empeorar con el estrés generado por el aislamiento, la sensación de vulnerabilidad, la ansiedad, la depresión y el uso de desinfectantes entre otros, pero fue realmente este estudio colombiano el que por primera vez demostró la manifestación de todas estas afectaciones mencionadas y otras más que experimentaron los pacientes”.
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Si bien en un estudio anterior realizado en toda Colombia se había identificado el gran impacto en la calidad de vida que tiene la dermatitis atópica en los pacientes, la situación pandémica no solo empeoró los síntomas de los pacientes atópicos colombianos, sino que también produjo alteraciones del sueño y sensaciones de incertidumbre, ansiedad y pesimismo, sin contar con los efectos sociales y económicos que también se lograron demostrar en este estudio pionero en el ámbito mundial.
Áreas de la piel más afectadas
El 55,7% de los pacientes encuestados, manifestaron que solían hacer uso de guantes desechables cada vez que debían realizar alguna tarea fuera de sus hogares, pues el estrés y el miedo derivado de la emergencia sanitaria los obligaban a tomar medidas de precaución que, contradictoriamente, producían una exacerbación de su patología, por el material de fabricación de dichos elementos de protección. (Vea el gráfico):