Domingo, 5 de Octubre de 2014
Es innegable el desconocimiento que tenemos de la historia y la geografía de nuestro departamento, resultado de haberse disminuido la secular tradición oral de familiares y amigos en amenas y añoradas tertulias sobre importantes hechos ocurridos y personajes de antaño; que en los colegios y escuelas no se enseñan tan fundamentales materias, incidiendo en que muchas personas, al desconocer lo que somos y hemos logrado durante casi doscientos años como comunidad, no valoren lo que disponemos y carezcan de sentido de pertenencia y compromiso con su propia región, la misma nuestra.
La agreste y montañosa topografía del departamento, el aislamiento entre poblaciones por falta de buenas carreteras que faciliten una rápida comunicación vial y a nuestra vecindad con Venezuela, han motivado la presencia indeseada de compatriotas dedicados a actividades delictivas y subrepticias, obligando injustamente a los residentes a permanecer aislados sin podernos desplazar por temor a todos los municipios nortesantandereanos, a lo cual tenemos legítimo derecho como sí lo pueden hacer en algunas regiones colombianas, resultando en una desintegración, desconocimiento y aislamiento regionales. Sufrimos de secuestro simple.
No le hemos dado la importancia debida a nuestra historia regional al no estar incluida en el programa académico escolar y no valoramos lo que nuestros antepasados hicieron y se esforzaron en nuestra geografía para dejarnos una más próspera y justa sociedad.
La tecnología en las comunicaciones nos permitiría cambiar metodologías obsoletas y desmotivadoras basadas en la memorización de resúmenes, datos y fechas como hasta ahora sucede, por temas editados con textos, testimonios y ayudas audiovisuales de inolvidable y grata recordación para el estudiante.
Con libretos didácticos de sencilla y fácil comprensión escritos por miembros de nuestra Academia de Historia bajo la modalidad de contrato suscrito con la gobernación del departamento y cuya partida presupuestal aún puede incluirse en el proyecto de ordenanza de 2105 si así lo quiere el gobernador Edgar Díaz o dedicando docentes en historia y geografía vinculados a la nómina del departamento para escribir, de tiempo completo, dichas obras didácticas en un período de tiempo determinado, podría editarse y divulgar en el canal regional TRO el material académico requerido en todos nuestros centros educativos que se difundirían como material audiovisual de impacto favorable en nuestros jóvenes estudiantes, contando con la guía del correspondiente docente.
Con magníficos resultados La Opinión también podría publicar cada día, breve columna periodística con hechos históricos, similar a la que con ágil y precisa información rememora hechos regionales sucedidos hace 25 y 50 años que se sumaría a Imágenes, valioso suplemento dominical de esta casa periodística que con éxito dirige el ingeniero civil javeriano, columnista y académico Juan Pabón Hernández y a la Gaceta Histórica de la Academia de Historia que se publica desde 1936.
No obsta decir, además, que esta casa editorial desde hace 15 años ha venido realizando y circulando cada año diversas enciclopedias sobre temas regionales, históricos, culturales, deportivos y demás, que sus lectores deben haber coleccionado pues son de un alto valor para nuestro tema de hoy.
Estamos a tiempo de contar con una marca región basada en la figura y vida egregia de Francisco de Paula Santander y revivir la historia regional, pues aprendiendo de los hechos trascendentales ocurridos en nuestra geografía, podremos comprender mejor el presente y proyectar el futuro, cimentando el sentido de pertenencia con nuestro Norte de Santander.
La agreste y montañosa topografía del departamento, el aislamiento entre poblaciones por falta de buenas carreteras que faciliten una rápida comunicación vial y a nuestra vecindad con Venezuela, han motivado la presencia indeseada de compatriotas dedicados a actividades delictivas y subrepticias, obligando injustamente a los residentes a permanecer aislados sin podernos desplazar por temor a todos los municipios nortesantandereanos, a lo cual tenemos legítimo derecho como sí lo pueden hacer en algunas regiones colombianas, resultando en una desintegración, desconocimiento y aislamiento regionales. Sufrimos de secuestro simple.
No le hemos dado la importancia debida a nuestra historia regional al no estar incluida en el programa académico escolar y no valoramos lo que nuestros antepasados hicieron y se esforzaron en nuestra geografía para dejarnos una más próspera y justa sociedad.
La tecnología en las comunicaciones nos permitiría cambiar metodologías obsoletas y desmotivadoras basadas en la memorización de resúmenes, datos y fechas como hasta ahora sucede, por temas editados con textos, testimonios y ayudas audiovisuales de inolvidable y grata recordación para el estudiante.
Con libretos didácticos de sencilla y fácil comprensión escritos por miembros de nuestra Academia de Historia bajo la modalidad de contrato suscrito con la gobernación del departamento y cuya partida presupuestal aún puede incluirse en el proyecto de ordenanza de 2105 si así lo quiere el gobernador Edgar Díaz o dedicando docentes en historia y geografía vinculados a la nómina del departamento para escribir, de tiempo completo, dichas obras didácticas en un período de tiempo determinado, podría editarse y divulgar en el canal regional TRO el material académico requerido en todos nuestros centros educativos que se difundirían como material audiovisual de impacto favorable en nuestros jóvenes estudiantes, contando con la guía del correspondiente docente.
Con magníficos resultados La Opinión también podría publicar cada día, breve columna periodística con hechos históricos, similar a la que con ágil y precisa información rememora hechos regionales sucedidos hace 25 y 50 años que se sumaría a Imágenes, valioso suplemento dominical de esta casa periodística que con éxito dirige el ingeniero civil javeriano, columnista y académico Juan Pabón Hernández y a la Gaceta Histórica de la Academia de Historia que se publica desde 1936.
No obsta decir, además, que esta casa editorial desde hace 15 años ha venido realizando y circulando cada año diversas enciclopedias sobre temas regionales, históricos, culturales, deportivos y demás, que sus lectores deben haber coleccionado pues son de un alto valor para nuestro tema de hoy.
Estamos a tiempo de contar con una marca región basada en la figura y vida egregia de Francisco de Paula Santander y revivir la historia regional, pues aprendiendo de los hechos trascendentales ocurridos en nuestra geografía, podremos comprender mejor el presente y proyectar el futuro, cimentando el sentido de pertenencia con nuestro Norte de Santander.