El pueblo barí fue el primero en habitar el territorio que hoy se conoce como el Catatumbo y pese a su ancestralidad y la importancia que representa para Norte de Santander, poco a poco fue relegado a pequeños espacios, sometido al despojo de sus tierras y a una violencia despiadada que lo arrinconó.
Lea también:
¿Se quedó sin oxígeno la lista a Cámara de la Coalición de la Esperanza?Esta historia de dolor y sufrimiento, y la deuda histórica que el Estado mantiene con esta comunidad que hoy conforman un poco más de 3.100 indígenas, es la que una de sus representantes busca saldar desde la curul de paz en el Congreso que este año se elegirá por primera vez en esa subregión del departamento.
La encargada de asumir esa lucha es Judith Azoira, excacica gobernadora del resguardo Catalaura, moradora ancestral del territorio y protectora ambiental del Catatumbo, quien hace parte de una de las siete listas que se inscribió ante la Registraduría, en diciembre pasado, para aspirar por la Circunscripción Transitoria Especial de Paz número 4, que comprende los ocho municipios PDET.
Azoira, quien es la primera mujer barí que participa en una elección popular en busca de representación política, considera que este proyecto surge de una reclamación ancestral y como una forma de lograr que se resarza el abandono al que por décadas ha estado sumido el campesino catatumbero.
Lea además:
Candidatos no están reportando sus cuentas de campaña“Esta es una oportunidad histórica que tenemos de llegar a estos espacios con voz y voto, defender los derechos de la población y alcanzar un mayor espacio de representación. El Estado nos debe por todo lo que hemos vivido: el despojo, la usurpación, las muertes de nuestros ancestros, el habernos reducido en el territorio y por todo eso, esta curul es una oportunidad”, manifestó la candidata, quien también fue profesora de la Institución Educativa Barí y secretaria de la organización Asocbarí.
Aunque inicialmente su compañero de lista era otro integrante del resguardo, la propia organización decidió que lo mejor era sellar una alianza con las comunidades campesinas, no solo para fortalecer el proyecto político, sino porque la lucha que aspiran dar desde el Congreso es también por la reivindicación de los derechos de esta población que ha sido marginada y golpeada desde el mismo Estado. Así fue como se unieron con Jhon Márquez, respaldado por Asuncat.
De hecho, Azoira explicó que una de las razones por las cuales están aspirando a esta curul especial es porque el Catatumbo necesita alcanzar su soberanía alimentaria.
Le puede interesar:
Gustavo Petro se reunió con el papa Francisco“Para ello trabajaremos en la defensa de los derechos de los productores agroalimentarios de la región, así como la promoción de leyes y políticas que permitan una sustitución voluntaria y sostenible de cultivos ilícitos sobre la base de la participación de las comunidades”, dijo.
La defensa de la vida y del territorio, el diálogo intercultural para la paz, la reparación a las víctimas y alcanzar, al fin, una personalidad jurídica especial para el campesinado, son otras de las apuestas que la motivan a ser parte de este ejercicio democrático.
La candidata barí reconoce que la tarea no ha sido fácil, por diferentes circunstancias, pero que tampoco es imposible y que se alientan cada vez que reciben el respaldo y entusiasmo de las comunidades que visitan.
“Para llegar a ser representante por esta curul no se tiene que ser sabelotodo, lo que hay es que tener sentido de pertenencia por este territorio”, concluyó.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
