Jueves, 13 de Noviembre de 2014
~¿Qué deporte podrían practicar usted, su hijo, su nieto o cualquiera en
un muro? La pregunta la hacen en La Ermita luego de que una cancha de
fútbol que la alcaldía prometió con mucho ruido, la cambió por un muro
de dos metros.~
¿Qué deporte podrían practicar usted, su hijo, su nieto o cualquiera en un muro? La pregunta la hacen en La Ermita luego de que una cancha de fútbol que la alcaldía prometió con mucho ruido, la cambió por un muro de dos metros.
Hace tres meses La Ermita recibió la noticia de que la cancha del barrio quedó seleccionada junto a otras 20 de la ciudad que el Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte (Imrd) arreglaría.
Sin embargo, lo que era una cancha precaria, en tierra y con paredes y malla metálica de cierre, terminó en una simple pared.
Es el muro de las frustraciones, para los vecinos una fiel muestra del abandono municipal de este y otros barrios populares.
Con cerca de 20 años de haber sido fundado, La Ermita no tiene hoy donde hacer deportes.
Un lote lleno de maleza, que periódicamente podan los vecinos, ubicado detrás del puesto de salud, fue destinado para la construcción de la flamante cancha.
“Nos ilusionaron con la cancha y ahora dicen que se les acabó el presupuesto”, dijo Digna Rosa Pérez, presidenta de la junta.
Pérez dijo que en el Imrd argumentaron que la obra había quedado incompleta porque el presupuesto se había acabado y que hay que esperar que se destine otro dinero. No hay fecha para ello.
El muro costó 20 millones 685 mil pesos, pero no es apto ni para escalarlo ni para jugar frontón, único deporte que utiliza muros.
El vecino Marcos Calderón dijo que el muro solo sirve para quitar visibilidad en el sector, y que cómo las lámparas del parque no sirven, los vándalos aprovechan la oscuridad para robar.
Los residentes consideran que la pared es un estorbo y plantean la posibilidad de derrumbarla si no les dan una pronta solución.
“Los niños eran los más ilusionados”, se quejó el vecino Jesús Rolón. “Nos preguntan cuándo van a poner los arcos”.
La ingeniera Sixta Barón Báez, del Imrd, dijo que en La Ermita se construyó lo que alcanzó con el presupuesto designado para las 21 canchas.
El municipio destinó 524 millones 830 mil pesos para reparar arcos, tableros y, hacer encerramientos, ente otros arreglos menores.
Barón dijo que esta no fue la única obra inconclusa, y que los vecinos deberán esperar a que se destine un nuevo rubro para estos escenarios.
La cancha de Chapinero fue la que mayor inversión tuvo. Le adjudicaron 81 millones de pesos y el encerramiento quedó inconcluso. En Bajo Pamplonita se invirtieron 8 millones, en Los Olivos 57 millones, en El Salado se trabajó con 21 millones y otros 17 millones se destinaron a El Porvenir. Las canchas de Gaitán, Pescadero, Camilo Torres, Rosal del Norte. Arnulfo Briceño, y el Escobal, hacen parte de la lista de escenarios reparados este año por el Imrd.
jennifer.rincon@laopinion.com.co
¿Qué deporte podrían practicar usted, su hijo, su nieto o cualquiera en un muro? La pregunta la hacen en La Ermita luego de que una cancha de fútbol que la alcaldía prometió con mucho ruido, la cambió por un muro de dos metros.
Hace tres meses La Ermita recibió la noticia de que la cancha del barrio quedó seleccionada junto a otras 20 de la ciudad que el Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte (Imrd) arreglaría.
Sin embargo, lo que era una cancha precaria, en tierra y con paredes y malla metálica de cierre, terminó en una simple pared.
Es el muro de las frustraciones, para los vecinos una fiel muestra del abandono municipal de este y otros barrios populares.
Con cerca de 20 años de haber sido fundado, La Ermita no tiene hoy donde hacer deportes.
Un lote lleno de maleza, que periódicamente podan los vecinos, ubicado detrás del puesto de salud, fue destinado para la construcción de la flamante cancha.
“Nos ilusionaron con la cancha y ahora dicen que se les acabó el presupuesto”, dijo Digna Rosa Pérez, presidenta de la junta.
Pérez dijo que en el Imrd argumentaron que la obra había quedado incompleta porque el presupuesto se había acabado y que hay que esperar que se destine otro dinero. No hay fecha para ello.
El muro costó 20 millones 685 mil pesos, pero no es apto ni para escalarlo ni para jugar frontón, único deporte que utiliza muros.
El vecino Marcos Calderón dijo que el muro solo sirve para quitar visibilidad en el sector, y que cómo las lámparas del parque no sirven, los vándalos aprovechan la oscuridad para robar.
Los residentes consideran que la pared es un estorbo y plantean la posibilidad de derrumbarla si no les dan una pronta solución.
“Los niños eran los más ilusionados”, se quejó el vecino Jesús Rolón. “Nos preguntan cuándo van a poner los arcos”.
La ingeniera Sixta Barón Báez, del Imrd, dijo que en La Ermita se construyó lo que alcanzó con el presupuesto designado para las 21 canchas.
El municipio destinó 524 millones 830 mil pesos para reparar arcos, tableros y, hacer encerramientos, ente otros arreglos menores.
Barón dijo que esta no fue la única obra inconclusa, y que los vecinos deberán esperar a que se destine un nuevo rubro para estos escenarios.
La cancha de Chapinero fue la que mayor inversión tuvo. Le adjudicaron 81 millones de pesos y el encerramiento quedó inconcluso. En Bajo Pamplonita se invirtieron 8 millones, en Los Olivos 57 millones, en El Salado se trabajó con 21 millones y otros 17 millones se destinaron a El Porvenir. Las canchas de Gaitán, Pescadero, Camilo Torres, Rosal del Norte. Arnulfo Briceño, y el Escobal, hacen parte de la lista de escenarios reparados este año por el Imrd.