Estas frases tienen origen francés, pero no corresponden al mismo autor. Son dos reyes emparentados que gobiernan a su nación en diferentes fechas; ellos son parte del absolutismo y despotismo que acerca la revolución de 1789 en el gobierno de la despilfarradora “ Madame Déficit “ y su esposo, Luis XVI.
Volvamos al cuento de las frases: muchas veces el conocimiento y sabiduría no alcanzan la proyección deseada porque son atropellados por la soberbia.
Hemos leído columnas del doctor, Fernando Londoño Hoyos y en algunas veces sus aguijoneados escritos no corresponden a la objetividad esperada. Cuando se ha referido a la Revolución Francesa , a la isla de Haití y su reciente columna del lunes 22 abril, “ ¿ Cuál paz : la de Santos o la de Uribe?, al estudiar y verificar datos, nos encontramos con afirmaciones salidas de la imaginación que riñen con la verdad llegando a eso que el mismo doctor Fernando Londoño Hoyos, descifra como “ mentiras “.
Una cosa es un crítico y otra cosa es un “crítico enjaulado“; este último se distancia de las proporciones y por estar en ese entorno poco agradable se hace ver como felino peligroso , llegando a la pérdida de la racionalidad y desde luego al menguado conocimiento.
Cuando escribió sobre la Revolución Francesa, culpa de ella al comunismo de los montañeses pero no dice nada de la corrupción en la corte de Versalles, del hermano del rey y de éste con la austriaca María Antonieta. En la desgracia de Haití, se olvida que es la Isla de la Libertad donde Simón Bolívar consigue apoyo definitivo para libertar a los colombianos.
Aludiendo a la columna ¿Cuál paz: la de Santos o la de Uribe? , el doctor, Fernando Londoño Hoyos, certifica que las frases “Después de mí, el diluvio“ tienen como autor al rey Luis XIV. Hay que decirle al estimado columnista que esas frases corresponden al rey LUIS XV,biznieto del anterior. Y para mayor aclaración, Luis XIV, en su marcado absolutismo dice a los 22 años de edad, “El Estado soy yo “.
La soberbia y prepotencia del doctor Fernando Londoño Hoyos, no puede ser guía en una comunidad y país anhelante de la paz. La paz no se hace con balas, muertos y más dolor; se consigue volcando el corazón a unos y otros; lo demás es violencia enjaulada.
Una cosa es un crítico y otra cosa es un “crítico enjaulado“; este último se distancia de las proporciones y por estar en ese entorno poco agradable se hace ver como felino peligroso , llegando a la pérdida de la racionalidad y desde luego al menguado conocimiento.
Cuando escribió sobre la Revolución Francesa, culpa de ella al comunismo de los montañeses pero no dice nada de la corrupción en la corte de Versalles, del hermano del rey y de éste con la austriaca María Antonieta. En la desgracia de Haití, se olvida que es la Isla de la Libertad donde Simón Bolívar consigue apoyo definitivo para libertar a los colombianos.
Aludiendo a la columna ¿Cuál paz: la de Santos o la de Uribe? , el doctor, Fernando Londoño Hoyos, certifica que las frases “Después de mí, el diluvio“ tienen como autor al rey Luis XIV. Hay que decirle al estimado columnista que esas frases corresponden al rey LUIS XV,biznieto del anterior. Y para mayor aclaración, Luis XIV, en su marcado absolutismo dice a los 22 años de edad, “El Estado soy yo “.
La soberbia y prepotencia del doctor Fernando Londoño Hoyos, no puede ser guía en una comunidad y país anhelante de la paz. La paz no se hace con balas, muertos y más dolor; se consigue volcando el corazón a unos y otros; lo demás es violencia enjaulada.
Sábado, 27 de Abril de 2013