Para fortalecer el reciente operativo contra la denominada banda los Toyoteros que es señalada por el hurto de numerosas camionetas de alta gama en sectores del Anillo Vial Oriental, ahora es indispensable la denuncia ciudadana.

Acudir ante la Policía Metropolitana o la Fiscalía a exponer los casos similares de que hayan sido víctimas, ayudará a que se arme un expediente poderoso para enviar durante una larga temporada a prisión a los presuntos implicados por los delitos de concierto para delinquir, homicidio y hurto calificado y agravado.

La comunidad debe de entender que no es solamente la espectacularidad de las operaciones de captura, sino que es fundamental pasar a la aplicación del Código Penal, razón por la cual es muy importante el pedido del general Óscar Moreno para que la gente “denuncie a los detenidos para vigorizar el proceso judicial”.

En torno a estos robos de los citados vehículos, se ha advertido sobre la posibilidad de que se hicieran por encargo, lo cual determina como el crimen organizado sectoriza sus actuaciones delictivas, que hasta les podría servir para esquivar cualquier responsabilidad penal en esos delitos.

Bien es sabido que en el sector fronterizo donde han venido ocurriendo estos robos hace presencia una facción de la guerrilla del Eln, con la cual quienes hurtan las camionetas tienen un negocio para entregársela con el fin de poderse mover en Venezuela.

Pero, además, hay otro hecho más delicado aún y es que se investiga una probable complicidad de miembros de la Guardia Bolivariana para ese negocio de los vehículos de alta gama robados en territorio cucuteño, especialmente.

Hay que resaltar el resultado de la acción policiaca en coordinación con la Fiscalía que permitió dar captura a once presuntos miembros de los Toyoteros, que de acuerdo con los hechos que se venían registrando,  tenían sembrada la zozobra entre los propietarios y conductores de ese tipo de automotores en el área metropolitana de Cúcuta.

Desde antes se venía advirtiendo que los asaltantes que despojaban de las camionetas a sus propietarios tenían una forma violenta de actuar, incluso hiriendo a sus víctimas pese a que ya las tenían reducidas.

Esa situación llegó a su máximo punto de peligrosidad con el asesinato del patrullero Carlos Daniel Castro Castro, a quien le robaron una camioneta blindada que estaba asignada al esquema de seguridad de un congresista de la región, y la cual, como se vio en videos, los asaltantes llevaron por una trocha con rumbo a territorio venezolano.

Este golpe a la delincuencia que ha hecho de las suyas en esta parte del país llega en momentos en que los cucuteños mostraban de nuevo bajos índices de percepción de seguridad en la ciudad y en la región por la ocurrencia de atracos, atentados, intimidaciones y extorsiones.

Para que el imperio de la ley y el orden sea el que persista, aparte de sacar de su accionar en las calles a esta organización delincuencial, la Policía no debe dejar de lado la acción preventiva con la intensificación de patrullajes en los puntos aledaños a las trochas fronterizas del sector de Boconó y en la ruta del anillo vial oriental de la ciudad.

En este punto la ciudadanía –tanto la que circula por esa vía como la que reside en las urbanizaciones de la zona- tiene razón cuando dice que en la noche por allí no se ve ni una patrulla policial, asunto que debería analizado por el comando metropolitano de la institución.