Los ganaderos de Norte de Santander no pierden sus esperanzas, pese a la racha de problemas que siguen amenazando la productividad del sector, como lo son los casos de fiebre aftosa.
Alrededor de 480.000 animales en el departamento se deberán vacunar contra esta enfermedad a partir del 28 de octubre, para cumplir con el segundo ciclo del año.
Sin embargo, la amenaza de que se propague otro virus similar, mantiene en vilo a los productores pecuarios.
Se trata de la estomatitis vesicular que comparte los mismos síntomas de la aftosa y que aunque no tiene índices de mortalidad, es altamente contagioso entre los bovinos.
Una gran mayoría de los ganaderos se abstiene de reportar los casos por temor a que se presenten confusiones que lleven a la declaratoria de sus predios en cuarentena.
El descuido por parte de los productores también es ocasionado por la escasez del biológico para la inmunización en el país.
“Son enfermedades casi que hermanas, pero infortunadamente no hay en el mercado una vacuna que las combata al mismo tiempo”, explicó Andrés Hoyos, representante de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan).
Según Hoyos, en Norte de Santander la presencia de esta enfermedad es muy alta y es de obligatoria denuncia.
Este año, el laboratorio farmacéutico y agroquímico Vecol anunció que a partir de la segunda semana de octubre saldrá al mercado la sustancia para enfrentar la estomatitis.
El gremio consideró que esta noticia mitigará de manera significativa el problema, y solicitó a la Gobernación de Norte de Santander un subsidio para los municipios afectados.
Hoyos agregó que el costo de cada dosis es de aproximadamente $1.200, el doble de lo que cuesta la vacuna contra la aftosa.
Según el Instituto Agropecuario Colombiano (ICA) este año solo se han reportado seis casos de estomatitis vesicular.
El Comité de Ganaderos de Norte de Santander (Coganor), reportó que 29 municipios del departamento tienen prohibido enviar ganado en pie hacia cualquier otra ciudad del país, por efecto de la fiebre aftosa.
