En el Catatumbo, más de 1.800 familias, que cultivaban coca y ahora integran diez organizaciones, se atrevieron a cambiar de mentalidad y a emprender en ideas de negocio relacionadas con el campo.

Estos microempresarios se sumaron a la Primera Rueda de Negocios del Programa Nacional Integral de Sustitución (PNIS) de Cultivos Ilícitos de Norte de Santander, organizada en la Quinta Teresa, en Cúcuta.

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Yuleima Pineda, presidenta de la Asociación de Agroindustriales del Catatumbo (Agroincat), la cual se dedica a la elaboración de alimentos concentrados para cerdos, gallinas y pollos, en el sector El Taladro de Caño Indio de Tibú, expresó que contra viento y marea han mantenido a flote la producción, porque “les ha tocado difícil”.

La empresa nació en marzo de 2021 y por eso pidió más respaldo al Gobierno. Precisó que la biofábrica queda lejos, las vías de acceso están en mal estado, las lluvias han hecho más complicado sacar los productos y les “ha tocado muy solos”, pero poco a poco han ido recibiendo apoyo de las entidades.

“Ahorita estamos trabajando en la creación de una nueva fórmula de concentrado para conejos. Somos 38 familias que antes nos dedicábamos a los cultivos ilícitos y nos cansamos de trabajar en eso, porque eso no lleva a nada bueno”, expresó Pineda.

Narvis Eslava, presidente de la Asociación de Productores y Comercializadores del Alto Catatumbo (Asprocat), informó que hace cuatro años venían trabajando en la apicultura, pero hace dos tomó forma el emprendimiento de venta de miel, polen y cera.

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“Por el momento somos 28 familias de las veredas San Joaquín y La Legía, de los municipios de Sardinata y Tibú, pero queremos seguir creciendo. La mayoría de nosotros éramos cultivadores de coca y emprender en esta idea significó mucho, como campesinos, porque no teníamos la oportunidad de surgir, porque las vías en nuestro campo están pésimas”.

Eslava resaltó que el reto ha sido darse a conocer, pero gracias al PNIS están relacionándose con empresarios que puedan comprar sus productos.

La trasformación del cacao es otra de las ideas de negocio que se vinculó al Programa Nacional Integral de Sustitución. Es por eso que un grupo de campesinos de Tibú, que integra la Asociación de Productores del Campo de Pacelli (Asoprocap), montó un pequeño laboratorio con una máquina de dos kilos. Además, están fabricando chocolatinas.

“Necesitamos más apoyo, porque lo más difícil es transportar los productos, las vías estas muy malas. Tenemos 160 kilómetros de vía y uno gasta todo el día para llegar a Cúcuta. Para crecer es importante la infraestructura vial. Somos 95 familias las que hacemos parte de este proyecto”, indicó Samuel Silva, vicepresidente de Asoprocap.

Yuleima Pineda, presidenta de Agroincat.

Contactos con empresarios

Para Guillermo García, coordinador regional de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDC), estos emprendedores están enviado un mensaje claro, y es que estos programas de sustitución de cultivos ilícitos son sostenibles. Por eso organizaron esta rueda de negocios, en alianza con la Cámara de Comercio de Cúcuta y el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).

“Estamos buscando cómo juntar el sector privado con estas organizaciones de productores. Hay una gran expectativa en ellos, de tener un acceso y una salida de sus producto a través de la comercialización”.

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García señaló que vienen trabajando en una idea de comercializadora social que busca agrupar a estas organizaciones, darles asistencia técnica y mejorarles todas sus capacidades de competitividad. “Podemos apoyarlos en diseño de empaques, registros, certificaciones y también en todos los temas de infraestructura”, aseguró.

Katy Devia, líder de Competitividad de ONUDC, subrayó que a la rueda de negocios fueron invitados el Ejército Nacional, supermercados, panaderías y gremios de empresarios. La finalidad es que haya ese acercamiento entre campesinos y compradores y puedan concretar sus convenios comerciales.

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