El éxito que durante los últimos años acumulan los gimnastas nortesantandereanos, que a su vez conforman la base de la selección Colombia de gimnasia artística, no ha sido un golpe de suerte.
Es el resultado de un largo proceso donde la dedicación en la preparación técnica y física se constituyen en pilares importantes, pero también la rehabilitación y recuperación muscular juegan papel fundamental para que los deportistas mantengan un brillante rendimiento.
Además del extenuante entrenamiento diario, los gimnastas de la selección nacional pasan largas horas en el Fisiogym, el centro de rehabilitación deportiva y de alto rendimiento ubicado junto al coliseo menor Eustorgio Colmenares Baptista, que es uno de los sueños materializados del profesor Jairo Ruiz Casas.
En el gimnasio de rehabilitación física, hoy los deportistas del departamento cuentan con los aparatos de última tecnología y las técnicas más novedosas de recuperación muscular para complementar el entrenamiento técnico diario.
Fisiogym es atendido por el médico José Orlando Arias y cuatro fisioterapeutas más. Cuenta con dos espacios, uno donde están los aparatos y herramientas para hacer las terapias con peso, y otro donde están las camillas para hacer terapia con ozono, ondas de choque, láser para regenerar los tejidos, ultrasonido y otros implementos utilizados para la recuperación muscular.
Arias reconoce que hace aproximadamente tres años tal vez era utópico pensar en tener en Cúcuta un centro de rehabilitación para deportistas con gran parte de la última tecnología médica aplicada al deporte.
“Antes teníamos que ir nosotros a Bogotá o buscar en las clínicas de la ciudad la que tuviera los mejores aparatos para recuperar a los deportistas. Ahora es diferente, pues incluso vienen a buscarnos de otras ciudades porque ya saben el éxito que hemos tenido con la selección de gimnasia”, señala José Arias.
“Estaba en la quiebra”
No siempre el entrenador cucuteño de gimnasia Jairo Ruiz Casas tuvo el reconocimiento y el apoyo de las instituciones públicas y privadas que hoy tiene.
Mientras se abría campo en el deporte de alto rendimiento, Ruiz Casas tuvo que sobreponerse a un sinnúmero de obstáculos casi siempre relacionados con la falta de dinero para la preparación adecuada de los deportistas.
“Yo estaba en la quiebra. Mandaba a mis alumnos a donde una fisioterapeuta particular o a las urgencias San Rafael para que les hicieran terapia de rehabilitación. Eran $15.000 que tenía que sacar cada terapia. Darles a los muchachos para el transporte y para terapias me estaba quebrando los bolsillos y no me estaba quedando nada a mí”, recuerda el técnico de la selección colombiana de gimnasia artística.
En 2012, las cesantías y la pensión fueron el impulso que necesitaba el entrenador para comenzar a construir su centro de recuperación muscular, en donde también tuvo una gran cuota de contribución la Alcaldía de Cúcuta y otros agentes privados convencidos por los resultados que empezaban a exhibir los gimnastas cucuteños.
“Estaba quedando en la ruina y en 2012 me llegaron las cesantías y la pensión. Todo lo invertí en los aparatos de gimnasia. Cada mes compraba uno mejor. Y sigo en ese crecimiento. Hace poco vendí la camioneta de mi hermana para comprarme un aparato de ondas de choque y terapia con ozono”, afirma el adiestrador cucuteño, que hoy tiene entre ceja y ceja un único objetivo: llegar a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
No descansará hasta convertir el centro de recuperación muscular en uno de alto rendimiento deportivo, pero para ello necesitará de una gran inyección de recursos económicos para construir dormitorios, más consultorios y un espacio para la terapia acuática.
Deportistas mentalmente más fuertes
Junto a Fisiogym funciona un área especializada en el fortalecimiento sicológico de los deportistas, en donde no solamente los gimnastas de la selección Colombia trabajan, sino también los atletas de otras ligas del departamento y público en general.
Carlos Alberto Gutiérrez es sicólogo especializado en sicología aplicada al deporte, y trabaja mínimo tres días a la semana con la selección de gimnasia en Mentality.
“Si se está bien preparado físicamente y tácticamente, pero no se está bien mentalmente, en la competencia eso se va a notar. Te pueden aparecer temores, pensamientos negativos y ansiedad; pero estos factores se pueden aprender a controlar”, explicó.
El espacio, como lo define Gutiérrez, es un laboratorio de sicología aplicada al deporte.
Se trabaja la parte sicosensorial y el rendimiento en la concentración de los atletas, así como en la rapidez para la toma de decisiones.
“Buscamos enseñarle al cerebro a realizar múltiples tareas. Que el deportista aprenda a planear lo que será su próximo movimiento mientras realiza otro”, manifestó el sicólogo deportivo.