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La bicicleta no tiene nada que ver con el cáncer testicular
No hay estudio sólido que corrobore que este deporte provoca tumores cancerígenos, expresó la doctora del equipo Movistar Team América.
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Jairo Andrés Navarro
Sábado, 25 de Julio de 2015

Durante la quinta etapa del Tour de Francia 2015, el ciclista italiano Ivan Basso sufrió una fuerte caída que cuatro jornadas más tarde lo obligaría a abandonar la competencia.

En la rueda de prensa programada por los organizadores de la carrera para el primer día de descanso, Basso declaró ante una multitud de periodistas que debía retirarse del Tour pues, a raíz del golpe sufrido en la quinta etapa, le habrían detectado un tumor cancerígeno en uno de sus testículos.

La sorpresa fue absoluta. Basso, de 37 años, con una exitosa carrera a sus espaldas que incluyen dos trofeos del Giro de Italia en 2006 y 2010, reabría, pues, la vieja polémica que liga al ciclismo con la aparición en el organismo de enfermedades mortales como el cáncer.

Al conocer la noticia; expertos, periodistas y fanáticos del ciclismo recordaron como hace más 19 años el mundo del deporte se sorprendía al enterarse de que Lance Armstrong padecía cáncer testicular.

Aunque el estadounidense por aquel entonces era apenas una joven promesa de 25 años, muchos relacionaron la aparición del tumor con la cantidad de horas que los deportistas pasan sobre su bicicleta, y con la presión que ejerce el sillín sobre los testículos que, sumándole el tiempo de entrenamiento y competencia, podría apuntársele como una de las causas.

Armstrong se sometería a una cirugía para que le extirparan el testículo y a varios ciclos de quimioterapia. En adelante, entre 1999 y 2005, el texano lograría la increíble marca de siete títulos del Tour de Francia de manera consecutiva.

“No hay relación alguna”

Los equipos profesionales de ciclismo han invertido cantidades millonarias de dinero en la incorporación de tecnología en el diseño de las bicicletas, la medición del rendimiento físico de sus atletas y, por supuesto, en investigaciones médicas que logren determinar si la práctica de este deporte  está relacionada con la aparición de masas o abscesos en los testículos.

La doctora del equipo Movistar Team América, Lorena Adarve, advierte que es errado afirmar que el ciclismo puede relacionarse con la aparición de tumores cancerígenos, al afirmar que todavía no hay un estudio sólido que lo corrobore con bases científicas.

“Generalmente, en el ciclismo se presentan lesiones de columna o traumas relacionados con el mismo esfuerzo físico que ellos puedan hacer. Además de lesiones, ocasionadas por caídas, en los isquiotibiales, rodilla o cadera”, señaló la doctora Adarve.

La jefa médica del equipo Movistar, que compite en el calendario suramericano, sostuvo que el ciclismo es un deporte que los hombres practican desde temprana edad, y la aparición del cáncer testicular se presenta generalmente de los 20 a los 39 años.

Además, argumentó que existen estudios que señalan que la posición del ciclista durante las carreras podría lesionar la próstata o generar traumas en los testículos. No obstante, no hay una investigación concreta que apunte a la aparición de tumores cancerígenos.

“El cáncer es un gen que generalmente todos tenemos pero que se desarrolla en los organismos que tienen alguna predisposición para que aparezca. En el caso del cáncer testicular, puede estar asociado a casos familiares de cáncer de próstata o de mama”, dijo Adarve.

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