Hace diez años el rugby llegó a su vida. Cuando era pequeño fantaseaba con ser jugador de fútbol americano, pero la falta de oportunidades para practicar este deporte, en Cúcuta, lo llevó a terminar probándose como arquero de fútbol.
William León Higuera tiene 30 años y conoció el rugby por un amigo que aprendió a jugarlo mientras estudiaba en una universidad de España.
Desde entonces, la vida de William cambió rotundamente. El licenciado en biología y química egresado de la Universidad Francisco de Paula Santander es, actualmente, el director técnico de la Selección Colombia juvenil de rugby, y el dirigente deportivo de la región que más logros ha conseguido en poco tiempo.
Contrario a lo que piensan muchas personas que desconocen la reglamentación y la filosofía de esa actividad, el rugby se basa en el juego limpio, en el respeto por el rival y por el juego, en no querer ganar a cualquier precio pasando por encima del contrincante, en formarse en valores tales como la hermandad, la unión y el trabajo en equipo, y ponerlos en práctica en la vida diaria.
La filosofía del rugby, es la filosofía de vida que ha llevado William León desde que decidió vivir del deporte.
Después de aprender a jugar se enamoró de este estilo de vida. Lo que para muchos eran unas simples horas de esparcimiento para él se convirtieron en el mejor momento del día.
Pasó varios años jugando rugby en la cancha de tierra de la UFPS, pero cuando él y sus compañeros comenzaron a hacerse grandes tuvieron que tomar decisiones.
Como era lógico, la mayoría se despidió del deporte y comenzó a hacer su vida como profesional.
Pero William tomaría una decisión diferente, tal vez una de las más importantes en su vida. El rugby ya hacía parte de él, y no estaba dispuesto a olvidarse del deporte que le había enseñado tanto.
En 2010 recibió su diploma de profesional y fue contratado por la institución como profesor de rugby en una materia electiva. “Ese fue el primer sueldo que me dio el rugby. Tenía muchas ganas de vivir del deporte, de hacer lo que me gustaba”, relata.
Alternaba su trabajo como entrenador en la universidad con un empleo temporal como personal de seguridad en las discotecas. Necesitaba dinero para viajar constantemente a capacitarse a Medellín, que ha sido históricamente el punto de partida del rugby en Colombia.
En 2010 conoce a Mauricio Henao, otro dirigente deportivo del país con alto grado de liderazgo que tuvo mucho que ver en la formación de William León Higuera como entrenador, y como persona.
Henao, hoy secretario técnico de la Federación Colombiana de Rugby (FCR), se lo llevó a vivir seis meses a Medellín, le costeó todo, y le enseñó a ser entrenador, lo pulió en los detalles que le faltaban para comenzar a replicar todo lo que había aprendido hasta ese momento.
Como jugador, se puso la tricolor de los Tucanes en dos oportunidades. En 2009 y 2010 hizo parte de las selecciones nacionales que disputaron los campeonatos iberoamericanos de ese entonces.
Para graduarse como licenciado hizo prácticas profesionales en un colegio del barrio Alfonso López, y allí comenzó a gestar uno de sus mayores logros: el programa ‘Más niños jugando rugby’, que hace poco recibió el reconocimiento de la Cancillería colombiana y en diciembre viajará a Brasil con un grupo de muchachos menores de 17 años para participar de un intercambio deportivo. Además, la Cancillería traerá tres profesores franceses de rugby a Cúcuta para que capaciten a los entrenadores locales.
El licenciado en biología y química reconoce que esta práctica deportiva lo marcó en su vida.
“El rugby me ha dado muchas cosas buenas. Me ayudó a ser fuerte, perseverante, apasionado, a nunca rendirme, a ser educado, a tener autocontrol, a caerme y ahí mismo levantarme, a apoyar a mis amigos, a creer en lo justo. Ahora le estoy devolviendo al rugby todo lo feliz que me hace, es una pasión, una locura que tal vez mi madre no entenderá. Estoy seguro que la vida misma no me alcanzará pero lo seguiré haciendo hasta que muera. Pensé que yo había buscado el rugby pero, qué equivocado estaba, el rugby me buscó a mí”, afirma William León Higuera.