La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
De paro en paro
Se tiene la impresión -sorprendente, por cierto,- de que el gobierno nacional sólo actúa por reacción a las protestas ciudadanas, y que asume compromisos bajo presión sin prever los efectos pueden tener en la economía de los próximos años. Pareciera que no hay claridad sobre los aspectos cruciales que afectan al país.
Sábado, 7 de Septiembre de 2013
Se tiene la impresión -sorprendente, por cierto,- de que el gobierno nacional sólo actúa por reacción a las protestas ciudadanas, y que asume compromisos bajo presión sin prever los efectos pueden tener en la economía de los próximos años. Pareciera que no hay claridad sobre los aspectos cruciales que afectan al país.

Sin embargo, por la sólida formación académica del presidente Santos, su exitoso desempeño en varias carteras ministeriales en gobiernos anteriores y su amplia experiencia en manejo de la economía, ésta no debiera ser la característica de su gobierno. En consecuencia cabe preguntarse ¿por qué ocurre esto?

Loa graves incidentes que han desestabilizado al país en los últimos meses, más que explicaciones, reclaman una serie impostergable de acciones gubernamentales. Para centrarnos solamente en el sector agropecuario y teniendo en cuenta los últimos episodios, haré las siguientes consideraciones: Desde que se inició el paro del Catatumbo hasta el reciente levantamiento de los bloqueos se ve que hay dos componentes, el de las justas reclamaciones de los agricultores, y la acción vandálica de los que infiltran las protestas. A esta última, que según el Ministro de Defensa está generada principalmente por las FARC, hay que aplicar las medidas de justicia y control que prescribe la ley, y reclamar de los comandantes guerrilleros un proceder consecuente con la búsqueda de la paz.

En cuando a los justificados reclamos de los campesinos, el asunto es complejo porque debe desglosarse la problemática de los distintos productos. Sin embargo, un común denominador es la pobre capacidad competitiva del campo colombiano proveniente, evidentemente, del alto costo de los insumos, la deficiente asistencia técnica, la dificultad de mercadeo y la inseguridad rural.

Sólo ahora se ha revelado que los insumos agropecuarios son un monopolio manejado por unos poquísimos importadores que controlan los precios. Aquí tiene el gobierno el primer instrumento a la mano para empezar a disminuir los costos de producción poniendo freno al abuso en la comercialización de tales artículos.

La asistencia técnica es el resultado de la investigación y desarrollo tecnológico en el mejoramiento de variedades, sistemas de producción, control de enfermedades, uso de semillas y manipulación de los productos, que en Colombia ha tenido un decaimiento por el debilitamiento de Corpoica y Colciencias, y porque al ICA lo convirtieron en un nido burocrático inoperante y politizado. Y las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata), que se idearon como instrumentos de apoyo al campesino, pasaron a ser un botín de los alcaldes En esto, también, el gobierno tiene la palabra.

Con referencia al mercadeo de productos se puede favorecer a varios sectores específicos con controles de precios, ataque al contrabando, mejoramiento de las vías de penetración y una política bien estructurada de subsidios directos.

Y en cuanto a la inseguridad rural, el primero de los factores de desestabilización es la acción implacable de las Farc con sus ataques armados, la siembra de minas, el secuestro y la extorsión, el reclutamiento de menores y el despojo de las tierras de los campesinos, y esperamos que los comandantes den la orden de acabar con esas prácticas inhumanas.
Temas del Día