El humor es el único amortiguador que les queda a los colombianos, no sustituye la indignación, pero puede elevarla, la decanta y la convierte en algo más fácil de comprender.

Por esto hay que leer Con P de Polombia, un libro que hace un recuento humorístico del país y en el que la risa es el único rescate.

Así, cuenta Daniel Samper Ospina por qué leer ese gran paquete de perdigones que presenta en su publicación, un título atractivo desde su portada que salió al marcado con el respaldo de Penguin Random House. Él, en Cúcuta, en el marco de la Fiesta del Libro, da una conferencia satírica para hablar de lo que marcó a ‘Polombia’ en tres años y que curiosamente todo, empieza por p: presidente primerizo, pandemia, paro, protesta.

¿Con P de Polombia sale al mercado en un contexto de pandemia, cómo vivió los meses de encierro?

En una finca y aproveché para escribir mucho, grabar videos sobre lo que sucedía con la pandemia y crear el espacio de periodismo independiente Los Danieles, como respuesta al despido de Daniel Coronell de Semana, revista a la que en solidaridad renuncié. Los Danieles es hijo de la pandemia.

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¿Qué significó lanzar el libro en pandemia, una curiosidad de este hecho?

La ocurrencia de que, a modo de lanzamiento, y como estábamos en plena pandemia, el libro tuviera banda sonora. Les dije a los de la editorial que en lugar de un conversatorio -uno más- por zoom el lanzamiento fuera una canción; me animé a escribir una letra rimada, toda con palabras que empezaran por P, y en la antes llamada escuela de youtubers, y ahora La Escuela Digital, de la que soy rector,  grabamos el video de la canción con amigos invitados, desde mi papá hasta Alejandro Riaño, Claudia Bahamón, Santiago Alarcón, Pirry, Daniel Coronell, Alberto Casas, Ricardo Silva: todos fueron muy cómplices y aparecieron en el videoclip cantándola.

El lanzamiento fue una canción y su evolución una presentación escénica.

El ‘presidente primiparo’ es protagonista en la portada, ¿qué ha sido lo bueno, lo malo y lo feo de este Gobierno?

Lo bueno: quizás su actitud frente a la migración venezolana, que podría decirse que ha sido receptiva; también, hay que reconocerlo, es un gobierno que ha apoyado a los humoristas, nos ha inspirado semana tras semana. Lo malo: la ineptitud, la improvisación, la evidencia casi diaria de que ni Duque ni los amigos que trepó al poder estaban preparados para asumirlo. Lo feo: el autoritarismo, este es un Gobierno en apariencia de buenas maneras, pero sumamente autoritario, perseguidor, acumulador de poderes: Duque cooptó todas las ramas del poder. Y eso que subió con la promesa de que gracias a él no nos íbamos a convertir en otra Venezuela.

¿Qué mirada hace de los ‘polombianos’ que vencieron el temor a la pandemia y salieron a las calles a protestar?

Se debe hacer de forma particular, porque en las protestas sucedió de todo, fueron varias capas sobrepuestas unas encima de otras; pero dentro de ellas, era evidente el clamor legítimo de reclamar ante la indolencia de un Gobierno que, tras una pandemia, con más de la mitad del país quebrado y con hambre, quiso imponer una reforma tributaria inclemente: la protesta estaba cantada. La reforma parecía una provocación. La mezcla de torpeza y arrogancia que ha marcado el talante de Duque hizo que tratara de imponerla y nos llevó a un estallido social sin precedentes recientes.

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¿Qué lectura tiene de dos de los posibles sucesores del presidente primerizo, Gustavo Petro y Alejandro Gaviria?

La candidatura de Gaviria se empezó a desparramar con las palabras amables que dijo sobre Carrasquilla, y la forma en que procuró reversarlas, pero nadie duda de que es una alternativa interesante al menos para refrescar el debate y otorgarle altura intelectual; ya veremos cómo se desarrolla la de Petro. Ojalá intente bajar la pugnacidad que muestran algunos de sus hinchas digitales, porque esa radicalización no solo divide sectores que pueden tener cosas en común, sino que envilecen el debate democrático.

¿Cómo ve a los ‘polombianos’ que habitan en Cúcuta?

Muy bien. Tengo muy buenos amigos en Cúcuta y me encanta venir a esta Fiesta y a esta ciudad en la que inevitablemente rompo la dieta con los pasteles de garbanzo. A la frontera traigo una conferencia satírica, en Bogotá llevamos 16 funciones agotadas en línea. Espero que esta versión les guste.

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