Para nadie es un secreto que en los últimos años las enfermedades relacionadas con la edad han aumentado su prevalencia y se han convertido en un problema de salud pública en todos los países, y Colombia no es la excepción.
En el país, hay aproximadamente 342.956 personas mayores de 60 años que sufren de algún tipo de demencia y 258.498 podrían tener Alzheimer, teniendo en cuenta las estadísticas de población y la incidencia por edad de la enfermedad.
Actualmente se estima que hay 50 millones de personas en el mundo con demencia y se calcula que para el 2050 esta cifra aumentará a 152 millones. El número de personas con demencia está aumentando tan rápido que en el mundo se produce un nuevo caso cada tres segundos.
“En la mayoría de los casos, inicialmente se pierde la memoria reciente, la persona olvida que desayunó esa mañana, pero puede acordarse perfectamente del nacimiento de su hijo. A medida que avanza la enfermedad, la persona tiene dificultades para orientarse en tiempo y lugar, para planear, manejar dinero y tomar decisiones, presenta cambios de comportamiento, deterioro del lenguaje y habilidades motoras”, comentó la psicóloga Elizabeth Ojeda.
Tras varios años de trabajo e investigación, la profesional colombiana desarrolló ‘Almemories’, una serie de libros y juegos interactivos para que los pacientes con Alzheimer desaceleren el deterioro cognitivo.
Partiendo de su vivencia personal y la investigación de la enfermedad, con el apoyo de un grupo interdisciplinario de profesionales: neurólogos, psicólogos, geriatras, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos, entre muchos otros, diseñó un material novedoso y especializado en estimulación cognitiva para adultos mayores, personas con pérdida de memoria y Alzheimer en las etapas iniciales de la enfermedad, entre otros. En el mercado, la mayoría de estas ayudas están aplicadas a la infancia, pero muy pocas adaptadas para intervenciones terapéuticas de adultos.
En el 2012, gracias a su dedicación y esfuerzo, su proyecto inspirado en la experiencia de cuidar a su padre con Alzheimer fue seleccionado como uno de los tres mejores de Latinoamérica por Cartier Women Initiative Awards dentro de mil propuestas. Reconocimiento que reafirmó la necesidad de seguir trabajando el tema del Alzheimer como una prioridad sentida a nivel mundial.
El material que produce ‘Almemories’, entre libros, juegos de memoria y rompecabezas, ha logrado que muchas familias, profesionales y cuidadores cuenten con una herramienta de apoyo para acompañar, cuidar y guiar a niños, adultos, personas con trastorno neurocognitivo y demencia (Alzheimer la más común), entre otros.
Los juegos para hacer parejas sirven para niños y adultos y para uno o más jugadores. Promueven el uso de la memoria y contribuyen a mejorar su capacidad de atención y concentración. Algunos le ayudan a reconocer animales y otros personajes históricos (incluye una pequeña biografía de cada uno de ellos) o actividades de la vida diaria para hacer asociaciones.
Los rompecabezas son de doble cara, con pocas piezas, nueve o dieciséis, y permiten que después de armados las persona puedan hacer un ejercicio de percepción, completar refranes, hallar las diez diferencias, encontrar figuras geométricas, encontrar un mapamundi o jugar parques dependiendo del rompecabezas escogido.
Los Libros Disfruta Recordando I y II presentan diversos tipos de ejercicios muy sencillos en las áreas de orientación, lenguaje, cálculo numérico, atención y memoria, dirigidos a personas de habla hispana, con dificultades de memoria de cualquier nivel intelectual, raza o religión.
Allí, las respuestas, en su mayoría, se encuentran dentro del mismo ejercicio, para evitar confusión y promover que la personas que lo desarrollen encuentren un espacio de entretenimiento y diversión haciéndole honor a su nombre: Disfruta Recordando.
El libro Disfruta Recordando III tiene una variedad de ejercicios para completar, que motivan a personas de cualquier edad a pensar y esforzarse por encontrar la respuesta. No incluye hoja de respuestas al final en cuanto el esfuerzo por indagar en diccionarios, enciclopedias, páginas de internet y demás recursos constituyen parte de la estrategia para ejercitar sus habilidades cognitivas.
“El material didáctico que he desarrollado ayuda a mejorar la atención, memoria, concentración, capacidad para resolver problemas y encontrar diferencias y permite mantener al paciente activo, seguir socializando y mejorar su calidad de vida”, destacó Elizabeth Ojeda.