Desde el viernes 15 de marzo de 2013, el uso del taxímetro es obligatorio en Cúcuta, un requisito que tras más de ocho años y medio está lejos de aplicarse en su totalidad, generando conflictos en varias oportunidades, de parte de usuarios y de conductores, por el simple hecho de respetar la norma.

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Hace ocho años, el sistema de cálculo de la tarifa se daba en medio de una negociación entre el cliente y conductor que, tras un par de ofertas y respuestas, se ponían de acuerdo y se empezaba a ofrecer el servicio. A pesar de la norma actual, esta práctica sigue vigente, según lo visualizado a diario en las calles de Cúcuta.

Uno de los casos más sonados en la ciudad se dio el pasado 28 de octubre, cuando una usuaria, que tomó un servicio en el Aeropuerto Internacional Camilo Daza, exigió el uso del taxímetro para dirigirse desde la terminal aérea al sector de Pinar del Río.

Según la usuaria, “el conductor se puso bravo porque se le exigió que colocara taxímetro”, y tras subir las maletas al vehículo, y la negativa en negociar la carrera, el conductor procedió a bajar las maletas del taxi, originando una cadena de comentarios y reproches contra los conductores del gremio amarillo.

Así como el video que se hizo viral, en la ciudad también se presenta la otra cara de la moneda, y es el famoso “lléveme hasta allí no más por x cantidad de dinero”, aseguran los taxistas, quienes reconocen que, si bien se ha avanzado en masificar el uso del taxímetro, la competencia con las plataformas digitales, en ocasiones, los obliga a acceder a las propuestas de los usuarios.

¿Qué dicen usuarios y taxistas?
Javier Caballero, representante de Asoempresas, la asociación de reúne a todas las empresas de taxis de Cúcuta, asegura que actualmente se está librando una “competencia desleal entre plataformas y taxímetros”.

“Se están ofreciendo los valores por debajo de lo que aplica el taxímetro nuestro. En Cúcuta no hay cultura, por una parte, es bueno hacerle énfasis al uso del taxímetro para no tener problemas sobre un servicio de taxi, algunos pensarán que ofrecer un servicio en mutuo acuerdo con el taxista es bueno, otros no”, sostiene.

Caballero complementó a La Opinión que el taxímetro es el único dispositivo que regula la tarifa de servicio de taxi en la ciudad y su área metropolitana, por lo que además de que su uso es obligatorio, también los usuarios deberían respetarlo y acatarlo.

“Sería bueno que todos los usuarios exigieran el uso del taxímetro, pero es un problema cultural en el que llevamos años intentando resolverlo y no hemos podido. Yo trabajo y apoyo el taxista con taxímetro, en ocasiones la gente hasta paga más de lo que dice el taxímetro, por lo que ofrecer un buen servicio y atención al cliente es clave para conquistar a los usuarios”, aseveró.

En esa línea, Juan Carlos Bastos, representante del gremio de los taxistas en la ciudad, sostuvo que la responsabilidad es de parte y parte, puesto que no se respeta el taxímetro como norma para regular las tarifas.

“El uso del taxímetro es obligatorio en la ciudad, le pedimos a la ciudadanía que lo pida, ellos sabrán cuánto vale cada carrera porque se debe portar una tabla en la silla de atrás con la identificación del conductor, la cual contiene la foto de quien conduce y una tabla en la que se puede constatar lo que se debe pagar”, señaló.

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Bastos también pidió conciencia a la gente en que, si en el trayecto se debe dejar o recoger a otra persona, se debe reiniciar el taxímetro, por lo que serían dos o más servicios. Asegura que dicha práctica no se respeta en su totalidad actualmente.

“Los usuarios deben ser conscientes que si se baja una persona en un lugar se debe reiniciar el taxímetro, ese dispositivo es cerrado no se puede alterar pero la gente dice ‘no, no lo ponga, ¿cuánto vale?’, el taxímetro no roba, él marca lo que es dependiendo del tiempo y del recorrido”, asegura.

El líder de los taxistas reconoce que, según su experiencia, “son mucho más las personas que negocian la carrera, la gente le tiene miedo al taxímetro, él no marca mucho, solo marca lo que es”, sostiene.

Por su parte, Camilo Acevedo, quien es uno de los cientos de cucuteños que a diario solicitan un servicio de taxi, sostiene que son muy pocos los taxistas que por iniciativa propia encienden el taxímetro y solo arrancan rumbo al destino solicitado.

“En otras ciudades de Colombia, uno se monta y empieza el taxímetro desde el banderazo y solo preguntan a dónde va uno. En Cúcuta es todo lo contrario, el taxista espera a que el pasajero proponga el pago de la carrera y hasta se dan el lujo de preguntar si encienden o no el taxímetro. Además, seleccionan los destinos a donde se dirigen o simplemente no lo llevan a uno, cuando eso está prohibido”, señala.

Las sanciones
Ante las denuncias sobre el no uso de taxímetro, el subsecretario de Transporte del Área Metropolitana de Cúcuta (AMC), Luis Vidal Pitta Correa, asegura que, en conjunto con la Secretaría de Tránsito de Cúcuta, en los próximos días se habilitará una línea donde se recogerán todas las quejas.

“Es de resaltar que cada día más personas están exigiendo el uso obligatorio del taxímetro, por lo que vamos a habilitar una cuenta de WhatsApp para que los usuarios denuncien a aquellos móviles que no habiliten el dispositivo. La mala práctica no la hacen todos, pero lamentablemente algunos taxistas empañan la labor de los otros”, sostuvo.

Desde el Área, también se tienen programados unos operativos en la ciudad para vigilar el correcto uso del taxímetro, así como el establecer que no esté adulterado ni marcando las distancias que no son.

Gloria Yaneth Jaramillo, representante de Radio Taxi Radio, aseveró que un taxista de su empresa al que se compruebe que no hace uso del taxímetro, se enfrentará a una fuerte sanción por parte de la compañía.

“Ellos (los taxistas) saben que hay un manual interno y el no uso del taxímetro da una sanción de ocho días sin poder operar en la empresa. Solo basta con llamar, señalar la placa del vehículo para que se pueda proceder. También se puede descargar la aplicación en la que se tiene el propio taxímetro y desde la cual no hay cabida a negociar o solicitar rebaja”, aseguró a esta redacción.

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Por su parte, Jorge Mayid Gene Beltrán, secretario de Tránsito de Cúcuta, reiteró que el uso de taxímetro en la ciudad es obligatorio y constantemente se realizan operativos por parte de la Policía de Tránsito y Transporte para vigilar su uso y no adulteración.

“Hay que dejar claro que la autoridad en cuanto al transporte público es el Área Metropolitana de Cúcuta, pero el control operativo lo adelanta la Policía de Tránsito y Transporte y junto a ellos hemos adelantado varias brigadas en las que se ha revisado periódicamente el uso del taxímetro, además de que no esté alterado”, aseguró.

Sostuvo que “en la medida que un conductor sea sorprendido con el no uso del taxímetro o su funcionamiento adulterado, el vehículo será inmovilizado hasta que se investigue el caso por parte del AMC, además de las sanciones por parte de la empresa en su reglamento interno.

Actualmente, la carrera mínima en Cúcuta se encuentra en $5.500 hasta las 8 p. m., hora desde la cual se deberá pagar el recargo nocturno de $1.000, el cual rige hasta las 5 de la mañana del día siguiente. Además, los domingos y festivos también tiene el recargo de $1.000. 

El recargo para una carrera desde la terminal terrestre es de $1.000 y desde el Aeropuerto, $4.000, según el Acuerdo Metropolitano 003 de 2021 que regula las tarifas para el servicio de transporte público terrestre automotor individual de pasajeros en vehículos taxi.

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