Luego de que el Área Metropolitana de Cúcuta (AMC)  fijara, a través del Acuerdo 003 del 2023, el incremento en $400 para las tarifas de busetas que se movilizan en los municipios metropolitanos, estudiantes universitarios han manifestado su inconformidad con este aumento, por lo que, a través de redes sociales están solicitando que a ellos les den una tarifa diferencial. 

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El AMC determinó que el alza se aplicaría de forma gradual precisando que, desde el pasado primero de abril, el pasaje aumentó $200, pasando de $2.400 a $2.600; mientras que el próximo ajuste está decretado para el mes de agosto, donde el pasaje costará $2.800. 

“No estamos de acuerdo con que hayan subido $400 de más así lo vayan a hacer en dos momentos. No pensaron en que la mayoría de estudiantes somos de estratos bajos, que a veces si tenemos para los pasajes no tenemos para las copias o los almuerzos y muchos buseteros no lo llevan a uno por menos, así sea lo único que tengamos para llegar a la casa o a la u”, dijo la estudiante universitaria Cindy Páez. 

A través de la página de Facebook de La Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU) de la Universidad Francisco de Paula Santander y la Universidad de Pamplona, los jóvenes manifiestan que tienen “2.800 razones para exigir la tarifa diferencial”. 

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Aseguran que el aumento gradual del pasaje pone en riesgo su permanencia en la universidad, argumentando que, desde el 2021 hasta la fecha, el pasaje ha subido $1.000.

Esto, teniendo en cuenta que en el 2021, el pasaje aumentó $600 pesos, alza que también se aplicó de manera gradual, donde el pasaje pasó de $1.800 a $2.400.

“Hay otras partes del país donde a los estudiantes les dan un subsidio por estudiar en universidades públicas , todo teniendo el carnet y estando matriculado, si aquí organizaran todo y se articularan los municipios con el departamento y manejaran bien los recursos también se podría hacer”, dijo otro de los estudiantes.

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AMC responde 

Miguel Peñaranda, director del AMC, sostuvo que aunque es una situación que sí se ha estudiado, desafortunadamente los municipios no cuentan con los recursos para subsidiar el transporte y poder tener tarifas diferenciales no solo para los universitarios, sino también para adultos mayores, menores de edad y población en condición de discapacidad. 

El funcionario detalló que como mínimo, para subsidiar el pasaje de los estudiantes en $2.000, se tendrían que invertir alrededor de 60 y 100 mil millones de pesos al año y los municipios metropolitanos (Cúcuta, Villa del Rosario, Los Patios, El Zulia, San Cayetano y Puerto Santander) no tienen la capacidad financiera para dicha inversión. 

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“Si esos gastos fueran asumidos por el Estado entonces sí se podría hacer y que entregue los recursos para los subsidios, pero en nuestro país el transporte público no es asumido por el Estado, sino por particulares. El Estado solo se encarga de controlarlo y regularlo”, añadió Peñaranda. 

El director comentó que este es un tema complejo, pues no se trata solo de recursos, sino de controlar realmente que el subsidio aplique para quienes realmente lo necesitan. 

“Esta puede ser una discusión de mil años, porque además los costos de operación del transporte están disparados y todo el que tenga carro lo sabe. La gasolina sigue subiendo, pero yo no puedo subir el pasaje cada vez que la inflación o el combustible aumente”, puntualizó el funcionario. 

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¿Qué dicen los empresarios? 

Algunos empresarios del sector señalan estar de acuerdo solo si el Estado otorga el beneficio, sin embargo, otros opinan que no es viable y que, aún, en $2.600 el pasaje sigue siendo económico.

"Yo apoyo la iniciativa, pero el Estado debe asumir ese subsidio y el transporte público debe modernizarse para hacer ese recaudo de forma electrónica y confirmar realmente que los beneficiados son estudiantes”, dijo Miguel Ángel Flórez, gerente de Transontiveros. 

Por su parte, Cediel Flórez, gerente de Coomicro, comentó que para que esto pueda darse, tendrían que hacerse nuevos estudios, pues asegura que los transportadores están al borde de la quiebra. 

"Una llanta que el año pasado valía 450 mil pesos ahora está en  750 mil pesos. Tendría que verse lo de la malla vial, porque hay vías completamente deterioradas y revisar que se pueda ajustar la tarifa, porque todavía en $2.600 está muy barato", precisó. 

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