El tesorero de Cúcuta, Guillermo Pérez, dio este miércoles  una noticia esperanzadora a los contratistas del municipio que se mantienen en pie de protesta por no haber recibido el pago de sus mesadas, muchos de ellos desde noviembre del año pasado.

El funcionario dijo que la expectativa que se tiene en la Alcaldía es que a más tardar el próximo 15 de febrero se espera tener saldadas las cuentas que quedaron por pagar de la vigencia 2020.

“No es que no haya plata para pagar, porque de hecho sí la hay, lo que sucede es que yo no puedo pagar una cuenta que no se haya reconocido”, dijo Pérez en franca alusión a que hubo un cierre fiscal que se produjo el 20 de enero y, solo después de esa fecha, es que se expide la resolución de cuentas por pagar.

El funcionario reconoció que efectivamente hay un cúmulo de cuentas atrasadas, las cuales ya se procedió a pagar.

Dijo que hubo un problema y es que muchos contratistas pasaron sus cuentas, no en la debida forma, mensualmente, sino que pasaron cuatro y cinco cuentas en un solo mes, lo cual aumentó el volumen esperado.

Algunos contratistas consultados por La Opinión denunciaron que algo más de lo que justificó Pérez está pasando en Tesorería y Hacienda, dado que “cómo se explica que habiendo quedado aceptadas las cuentas, con todos los requisitos en regla, antes del 24 de diciembre, no se haya producido pago de las mismas”.

“A mí me quedaron debiendo tres cuentas desde el año pasado y aunque entregué toda la documentación a tiempo, no sé por qué no me las pagaron. Ya ajusté cuatro meses sin recibir un solo peso y en la casa los recibos y las obligaciones no dan tregua. 

Tuve que llegar a un acuerdo con CENS porque me cortaron la luz”, aseguró un contratista que el año pasado laboró con la Alcaldía de Cúcuta y aún sigue a la espera de que se le cancele lo que le deben.

Según pudo establecer La Opinión, serían más de 800 cuentas de contratistas las que quedaron pendientes por ser pagadas en el 2020 y aún no se sabe cuándo serán canceladas.

“A todos los contratistas nos dijeron que no nos iban a quedar debiendo nada y vea, puras mentiras, porque se acabó el 2020 y quedaron cuentas por pagar”, aseguró otro contratista que el año pasado trabajó en la Secretaría de Gobierno y quien pidió mantener su identidad en el anonimato.

La secretaria de Hacienda, Virginia Valencia, dijo que en su despacho ni en Tesorería hay tapón para el pago de las cuentas.

Aclaró que todas las cuentas que llegaron bien revisadas, con todos los documentos corregidos, quedaron listas para pagar.

“La que quedaron en poder de la secretaria de Hacienda es porque tenían inconsistencias y aún siguen en este despacho. 

El problema es que en las secretarías se generaron muchas devoluciones, mandaron las cosas mal y eso es un desgaste que nos impidió pagar a tiempo a todos.