Una Central de Abastos es una ciudad dentro de la ciudad. Con este perfil debe concebirse una central mayorista para que alcance el éxito soñado, como ocurre con la central de Antioquia, que en 30 hectáreas tiene concentrado todo lo que cualquier persona necesita tener al alcance de la mano para abastecerse de alimentos, y algo más.

Son 600 propietarios y 2.170 unidades inmobiliarias los que la conforman. Desde sus instalaciones se generan 40.000 empleos entre directos e indirectos. Allí confluyen diariamente 120.000 personas, pero también desde sus galpones sale mercado para abastecer un buen porcentaje de municipios del país. 

Desde sus bodegas se mueven a diario 9.800 toneladas de alimento.

Todas estas bondades le han dado un estatus importante a esta organización antioqueña, que se refleja en el valor de sus locales. Allí, el metro cuadrado alcanza los 40 millones de pesos.

El gerente general la Central Mayorista de Antioquia, Juan Orlando Toro, durante su exposición en el Segundo Congreso Internacional de Plazas de Mercado que se lleva a cabo en Cúcuta, destacó que gran parte del éxito que hace de este centro de acopio uno de los mejores de Latinoamérica gira en torno a cuatro puntos: gestión de seguridad, gestión de infraestructura, gestión ambiental y gestión logística.

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La seguridad –resaltó Toro, es esencial y en eso hemos sido muy celosos en nuestra central, porque esto genera valor agregado a la organización. Aseguró que la de Antioquia es el lugar más seguro de Colombia dado que en las últimas dos décadas no se conoce de ningún caso de extorsión, homicidio o secuestro que haya ocurrido dentro de sus instalaciones.

Esta condición de seguridad ha permitido abrir las puertas de 28 oficinas del sector financiero en la Central Mayorista, lo cual la hace el sitio más seguro y apetecido por los antioqueños para adelantar sus transacciones bancarias, dijo Toro.

En cuanto a la gestión de infraestructura, Toro explicó que la experiencia en la central que gerencia los ha llevado a repensar y hacer reingeniería en todo momento. Las centrales tienen que ser dinámicas, hay que ir actualizándolas  para que estén vigentes a la par del desarrollo de la ciudad y del plan vial.

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“Tenemos que quitarnos de la mente que las centrales es solo para venta de productos al por mayor, no señor, es para que la gente vaya de compras, a comer, a pagar facturas, a hacer turismo, etc”, subrayó Toro.

En el aspecto ambiental el gerente de la Central Mayorista de Antioquia enfatizó que la seguridad alimentaria es vital. Desde estas instalaciones se generan a diario 65 toneladas de residuos orgánicos (Cenabastos solo produce 8 toneladas), las cuales tienen una disposición final en una organización productora de abono orgánico que está destinado a la agricultura, jardinería y a zonas verdes de la ciudad.

La gestión logística es el otro factor que destaca en esta central, por cuando tiene en marcha todo un dispositivo del transporte dentro de la central, el cargue y descargue de mercancías y, por supuesto, la movilidad de las 120.000 personas que a diario arriban a hacer compras allí. Hay horarios dispuestos para cada actividad y quien se salte alguno de ellos deberá pagar una multa, indicó Toro.

Algo que contribuye al éxito es el diálogo con las seis plazas de mercado que existen en Medellín, las cuales se abastecen desde la Central Mayorista. Hay respeto por la libre oferta y demanda. Los directivos de esta central mayorísta presentarán un proyecto al Gobierno Nacional para que se vincule en un documento Conpes. En este punto, Toro llamó a la reflexión en el sentido de quién pone los precios de los productos que expenden en las centrales mayoristas.

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Dijo en este aspecto que para lograr generar una real reforma agraria se deben tener en cuenta los actores de la cadena agroindustrial, que tienen su origen en el campo y de la cual hacen parte los comercializadores y los transportadores, este último, que es el que pone el flete,  y en la reforma agraria no se menciona por ningún lado a este actor.

Concluyó diciendo que la misión de las centrales de abastos es permitirle al país que haya oferta y demanda, pero a precios justos.

Programa de Hoy 

Para el segundo día del certamen se hablará, entre otros temas, de Modelos de administración de plazas de mercado; plazas de mercado turísticas con enfoque internacional;  la frontera como punto de acopio y distribución entre Colombia y Venezuela, y retos y oportunidades de la apertura  comercial de la frontera

‘Traer el campo a la ciudad es clave en materia de precios y equidad’

La apuesta en la que trabaja desde el año pasado la alcaldía de Cúcuta, denominada ‘Aliados por el campo (Campo - Ciudad), va camino de consolidarse en una política pública que garantizará  la participación efectiva y real de los pequeños productores de la zona rural y urbana en la vida económica de la ciudad

Ningún esfuerzo para lograr el abastecimento de nuestras familias poco, dijo el secretario de Desarrollo Social, de Cúcuta, Mauricio Aguas.

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Dijo que en este sentido se inició la estrategia de mercados campesinos para fortalecer el escenario de la comercialización a los campesinos, pero también permitirles a las familias cucuteñas la posibilidad de acceder a alimentos a precios justos.

Al hacer un balance de esta estrategia, el funcionario manifestó que es satisfactorio, ya que el año pasado se hicieron 9 mercados campesinos en los que se logró acercar a los campesinos a Cúcuta.

En esta experiencia tenemos que  la estrategia comienza en el campo y culminan en la comercialización y esta debe ser integral, dijo Aguas.

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“Logramos también entender que es necesario humanizar este ejercicio, detrás de cada productor hay una familia que requiere el acompañamiento capacitación, recreación, bancarización etc.

La mayoría de los campesinos de la zona rural provienen de zonas en conflicto, lo que hace que la estrategia Aliados por el Campo les permita a ellos poder comercializar sus productos a precios justos y, lo mejor, sin intermediarios.
 

Cenabastos quiere incursionar en le economía circular 

El proyecto con el que la Central de Abastos de Cúcuta (Cenabastos) pretende impulsar el aprovechamiento de unas 8.5 toneladas diarias de  residuos orgánicos y no orgánicos que se producen en ese centro mayorista de acopio está listo.

 Así lo expuso ayer el gerente de Cenabastos, Wolgfan Ochoa, durante el panel de ‘Responsabilidad Social y Sustentabilidad del manejo de residuos en plazas de mercado’. Este modelo de negocio que se pretende implementar en las instalaciones de Cenabastos fue elaborado con el apoyo de la Universidad Francisco de Paula Santander, la alcaldía de Cúcuta y la agencia de cooperación alemana GIZ.

 La idea es tecnificarla y mejorarla para el aprovechamiento que Cúcuta tiene para los residuos que produce la central mayorista nortesantandereana.

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“Nosotros veníamos procesando los residuos de una manera artesanal, pero con las entidades antes mencionadas aspiramos a un proyecto más ambicioso con el que podamos no solo a compostar los residuos de Cenabastos, sino los de la ciudad y de algunos municipios del departamento.

La planta de compost está proyectada a tres fases en un área de 1.660 metros cuadrados. Se aspira a producir 3.850 toneladas al año y a una producción de compost anual de 955 toneladas.

El tener la planta dentro de las instalaciones de Cenabastos garantizará un ahorro en el transporte. El proyecto contempla también una biohuerta para ir midiendo los resultados del abono que produzca la planta. Según Ochoa, la producción de la planta estará dirigida a la agroindustria regional y a jardinería.

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La inversión total asciende a 1.950 millones de pesos. Los costos operacionales y de mantenimiento están tasados en 340 millones por año y los ingresos por la venta del compost, que será certificado por el ICA,  en 540 millones al año.

El gerente general de Cenabastos indicó que el contar con esta planta servirá para contribuir al mejoramiento del medio ambiente.

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