Una oportunidad de oro para empezar a sumar puntos en el Torneo Águila, y aumentar la confianza de su afición en casa, fue la que dejó pasar ayer el Cúcuta Deportivo que no encontró la fórmula para cerrar el partido ante Universitario de Popayán, que a falta de cinco minutos para concluir el compromiso logró igualar el marcador y llevarse un valioso empate 1-1.
Sin embargo, la fórmula que sí han encontrado los directivos del Cúcuta Deportivo ha sido la de terminar de alejar la hinchada del estadio, pues al cuestionado manejo administrativo que ha tenido el club hay que sumarle, ahora, el altísimo precio de la boletería, que ayer se vio reflejado en las tres graderías habilitadas para el compromiso, que no alcanzaron a albergar más de 500 personas.
Así y todo, con el estadio casi vacío, el Cúcuta Deportivo salió a arrollar a su rival desde el primer minuto de juego imponiendo condiciones con agresividad y fortaleza física para recuperar el balón, y buscando gestar opciones de peligro desde los volantes de primera línea, Diego Chica y Nicolás Palacios.
Y fueron justamente Chica y Palacios los que manejaron la batuta del partido durante los primeros cuarenta y cinco minutos, con mucho compromiso para recuperar el balón cuando el rival lo tenía, y claridad para entregarlo y crear espacios.
El técnico Miguel Augusto Prince sorprendió al incluir en su once inicial al argentino Roberto Nanni, que el sábado cumplió su sexto entrenamiento con el equipo y venía de una inactividad de dos meses sin entrenarse con pelota.
La falta de forma física y ritmo de juego del argentino fueron más que evidentes en la cancha. El espigado atacante rara vez entró al sistema de juego del Cúcuta y tuvo poco asocio con los volantes, que sin fortuna intentaron buscarlo lanzándole centros al área.
El sábado, durante la última práctica de la semana antes del partido de ayer, al preguntarle por su posible titularidad Nanni dijo que su adaptación le “está costando”, y recordó que viene de pasar un largo periodo de tiempo sin entrenarse en grupo.
El atacante gaucho tuvo en sus pies solo una oportunidad clara que le sirvió José David Lloreda en un contragolpe en la parte final del primer tiempo, pero careció de lucidez para hacer la última gambeta y perfilarse para rematar.
Aun sabiendo que su físico todavía no le da para estar a la altura, incluso en la segunda división del fútbol colombiano, Nanni intentó moverse y desmarcarse por todo el frente de ataque pero siempre fue superado por la joven zaga defensiva del cuadro universitario.
Premio a un primer tiempo ordenado
El ímpetu que tuvo el Cúcuta Deportivo para salir en el primer tiempo le sirvió para abrir el marcador a los 20 minutos de juego, con una de las acciones que trabajó durante la semana el entrenador motilón.
En una jugada por el carril izquierdo, después de una serie de pases precisos de Nicolás Palacios y Carlos Gallego que desacomodaron a los rivales; el otro argentino, Leandro Gracián, envió un centro para su compatriota pero este se desvió previamente en un contrario, y quedó para José David Lloreda que remató al arco sin oposición alguna decretando el 1-0 para el Cúcuta.
El gol llegó en el mejor momento de los motilones, que con la movilidad de Chica y Palacios como motor de la zona medular controlaron el partido hasta el descanso.
El físico no alcanzó
Para la segunda parte, Universitario de Popayán pareció despertar del letargo que soportó con el calor de los primeros cuarenta y cinco minutos, y salió a hacer el desgaste valiéndose del buen estado físico y la juventud de sus futbolistas.
En la primera jugada del complemento Universitario de Popayán mostró sus intenciones de no irse con las manos vacías, pero fue hasta el minuto ochenta y cinco que Jorge Vargas y Guillermo Murillo aprovecharon un ‘regalo’ de los centrales motilones para robar el balón, y habilitar al centro atacante Wilson España, quien solo empujó el esférico junto a la raya de gol.
Contrario a como empezó, el Cúcuta Deportivo terminó correteando a su rival, intentando quitarle el balón y con un notorio cansancio físico traducido en desorden.
A la salida del estadio, un grupo de hinchas exhibió una pancarta con la frase “Cadena mercenario” en protesta contra el dueño del club, José Augusto Cadena.
El próximo compromiso de la tribu motilona será el domingo 28 de febrero en Valledupar, visitando a Llaneros, que también llega con un empate y una derrota como saldo.