La llegada de los días lunes se ha convertido en un dolor de cabeza para la comunidad educativa y vecinos del barrio Alfonso López.

En especial, para trabajadores de oficios varios afiliados a la escuela Atanasio Girardot, una de las sedes de la Institución Educativa San Francisco de Sales.

La comunidad denuncia que, semana tras semana, luego de culminados los mercados matutinos que se organizan en el barrio los vendedores de frutas y verduras recogen sus ganancias, empacan de nuevo los productos que les quedan y se marchan sin prestar atención a las montañas de basura y escombros que dejan a su paso.

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Entre los desechos resaltan papeles, cartones, cáscaras de banano, escombros, entre otros restos de frutas y verduras.

Pedro Pezzotti, rector del colegio, hizo un llamado a las entidades pertinentes a tomar medidas en el asunto, pues no es la primera vez que sucede y es el plantel escolar el que siempre termina afectado.

“Eso contribuye al deterioro de las paredes externas, es mortal para nosotros porque la escuela no está en las mejores condiciones de infraestructura”, expresó el directivo.

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Al final del día, son los trabajadores del Atanasio Girardot quienes, con mucha paciencia, deben limpiar el desastre cada lunes para mantener una buena imagen en la escuela.

Cerca del lugar también se encuentran algunas viviendas y el Comando de Atención Inmediata (CAI) del barrio.

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