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¿Y cómo es él (o ella)?
La famosa canción de José Luis Perales permite introducir un tema de palpitante actualidad y suma importancia, ¿cómo se escoge un vicepresidente para una fórmula presidencial?
Sábado, 2 de Abril de 2022

Debe ser alguien que potencié la fórmula presidencial, es decir que atraiga votos, bien sea porque el mismo es un gran elector o porque representa un grupo étnico, religioso, es parte de un cuerpo organizado o por identidad de género. Ahora no basta ser mujer para tener el voto femenino, ni ser afro o indígena para tener el votos de esas minorías o ser exmilitar para tener el voto de las reservas; se requiere además mostrar una gestión en su grupo que lo haga digno de reconocimiento.

Empecemos por las fórmulas vicepresidenciales de los candidatos menos ideológicamente identificables y que marcan algo en las encuestas. Marelen Castillo vicerrectora de Universidad Minuto de Dios, suma a su condición de mujer su militancia religiosa; es muy poco conocida a nivel nacional. Puede poner algunos votos de católicos militantes y de mujeres pero nada que haga la diferencia. Esa fórmula es solo Rodolfo González y parece que así lo buscó el candidato anticorrupción.

 La fórmula para presidente de Ingrid Betancur es el excoronel Luis Esparza, quien fue comandante del grupo de inteligencia de la operación jaque. Es seguro que atraerá votación de las reservas pero no en la cantidad apropiada por culpa de la misma Ingrid que se ha movido en una posición nebulosa en la defensa de las fuerzas militares.

Sergio Fajardo, otro nebuloso ideológico (hoy centroizquierdista) escogió al exministro santista, afro y chocoano Luis Gilberto Murillo quien puede atraer voto afro y pacífico, aunque es poco conocido a nivel nacional. El problema es que trae votación de la misma cauda que respalda a Fajardo. Es decir, no aumenta caudal, ratifica.

En la consulta izquierdista amarrada, sorpresivamente Francia Márquez saco más de 700 mil votos en la dicha consulta. Esa votación es toda de izquierda y cauda clara del petrismo y la obtuvo más por su militancia de extrema izquierda que por ser afro o mujer. Pero esa consulta la subió y obligó a Petro a designarla no pudiendo traer a alguien que buscara votos del centro. En tres intervenciones públicas sacó parte de la centroizquierda que va con Petro por su lenguaje madurista y sus actitudes de extrema.

 Con su defensa a ultranza del aborto, sacó a posibles cristianos que hubieran podido irse con Petro y con su ataque a Cesar Gaviria le dio a éste la excusa para abandonar el petrismo cuando no se pudo llegar a un acuerdo “programático” con Petro, llevando a roces dentro del pacto histórico. Francia reforzó el minoritario voto de extrema izquierda pero alejó el de centroizquierda. La jugada de la consulta parece que se volvió un tiro al pie.

La designación de Rodrigo Lara Sánchez hijo no reconocido del inmolado Rodrigo Lara Bonilla y hermano medio de Rodrigo Lara Restrepo, que ahora algunos llaman como Rodrigo el bueno (Sánchez) y Rodrigo el malo (Restrepo), fue un golpe de opinión por lo inesperado de la designación. Lara Sánchez ha estado más del lado de la centro izquierda pero no parece ser un fanático ideológico y es un médico que ha ejercido con éxito y responsabilidad su profesión y que cuando se metió al ejercicio público como alcalde de Neiva lo hizo bien y salió sin investigaciones.

Tiene poco reconocimiento nacional, pero su sorpresiva designación lo colocó en una ola de medios que le va a dar visibilidad. Además no es un político de profesión, es hijo de hogar monoparental como una gran mayoría de los hogares del país, estudió en educación pública y es un profesional de clase media que se ha ganado su vida trabajando, como hace más del 90% del país, pues el otro 10% ha vivido mamando del estado como su hermanastro. Puede traer voto de opinión, rompiendo la brecha de indecisos. Parece un buen cabezazo político… veremos.

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