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¿Un ateo puede celebrar el día de las velitas?
La tradición de encender velitas se ha vuelto una ocasión para que las familias compartan un momento feliz.
Viernes, 11 de Diciembre de 2020

De entrada, podría pensarse que la respuesta es un rotundo no, y que hasta debe ponerse en mayúscula y entre signos de admiración. Sin embargo, cuando se trata de los seres humanos, la historia demuestra que nunca un no o sí es absoluto y eterno. Esto porque la humanidad abole, modifica o redefine los conceptos de cuanto le atañen.  

De este modo, abolió la esclavitud porque comprendió que todos nacemos iguales y con los mismos derechos. Ahora bien, es cierto, de eso de poner velitas en el andén de la casa nació como una costumbre netamente de la comunidad católica para celebrar la declaración de que la virgen María fue concebida sin pecado: la Inmaculada Concepción. 

Eso sucedió hace más de 150 años. En la actualidad, pocos adultos ven alguna relación entre encender velitas el 7 de diciembre y lo que se celebra al día siguiente.  Incluso, me atrevo a afirmar que ponen las velitas por la misma razón que rezan el Padre Nuestro o Ave María: como un acto maquinal que aprendieron de muy niños. 

No obstante, la tradición de encender velitas se ha vuelto una ocasión para que las familias compartan un momento feliz, fortalezcan relaciones, niños y adultos sonrían. Y eso para Colombia, un país en el que la casa es uno de sus mayores generadores y perpetuadores de la violencia que lo desangra, no es poca cosa. En otras palabras, la sociedad ve esa ocasión como una oportunidad para pasar en familia. 

Precisamente, esta connotación que se ha ido formando a lo largo de los años, es a la que apela un ateo para encender velitas. En su psique sabe que no está faltando a sus principios. Que de ningún modo está aceptando eso de que las mujeres vírgenes puedan concebir y parir hijos sin haber tenido relaciones sexuales con hombres, y, tiene bien claro que el concepto de pecado es algo cultural.  

Cualquier acción que pueda contribuir a que los colombianos nos dejemos de matar entre nosotros mismos debe ser fortalecida y publicitada. En este país que se mata por piropear la novia de otro, por una deuda de mil pesos, por mirar mal a otra persona, los ateos han entendido que la religión ya ha hecho suficiente daño como para seguirle dando importancia. Y, aún menos en esos aspectos que la sociedad ya ni siquiera identifica con una religión determinada. 

Naturalmente, para alguien que niega la existencia de dios, lo ideal es que toda creencia religiosa desaparezca, (y eso algún día sucederá). No obstante, mientras ese día llega, para el que pueden faltar siglos o milenios, contribuye a construir una sociedad más justa, tolerante y respetuosa. En la que no existan, como decía una de las mentes más lúcidas que ha existido en la historia sobre cómo eliminar toda forma de violencia, y que falleció un 8 de diciembre, “razones para matar o morir”. 

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