“Tras de cotudos, con paperas” es un conocido refrán utilizado cuando alguien está afrontando una difícil situación y le suma otra, que la agrava.
Me refiero a la presencia de vehículos tipo volqueta con matrícula de muchas ciudades del país, contratadas o de propiedad de empresas, que adelantan importantes obras civiles en la ciudad y a la escasa presencia de la parte operativa en los puntos críticos de la movilidad.
Veamos un caso; hace unos días pasaba cerca al sitio donde se construye el edificio de la Fiscalía General de Nación.
Allí se encontraban dos volquetas de color blanco, con placas de Bucaramanga, cuyo volumen de carga supera los doce metros cúbicos.
Es probable que las mismas sean propiedad de la empresa constructora, pero lo realmente importante es que cada una de ellas permite una carga mínima de 22 toneladas, puesto que trasportan materiales de río con altas densidades específicas (arena, triturado, grava, etc.) y así no exista una norma legal que prohíba su tránsito, el Concejo Municipal puede crear un Acuerdo que establezca el cobro de una tasa por deterioro prematuro de la carpeta asfáltica.
Lo mismo sucede con otros vehículos de carga que transportan acero y demás materiales de construcción, toda vez que el impacto de frenada de dichos automotores cuando están cargados, reduce significativamente la vida útil del asfalto y en consecuencia deterioro prematuro de nuestras vías internas.
Lo anterior, no significa que los propietarios de las volquetas matriculadas en el Área Metropolitana, sean objeto de concesiones especiales por parte de la autoridad, puesto que una gran mayoría de dichas volquetas, deja a su paso una estela de gases contaminantes, debido al deterioro de sus motores y eso no debe ser aceptado, así la situación económica de la ciudad esté pasando por duros momentos.
De lo anterior puedo concluir que: “tras de cotudos y con paperas”, porque a pesar de que la ciudad atraviesa desde hace años momentos muy difíciles en materia económica, muchos constructores prefieren contratar volquetas con matrículas de otros organismos de tránsito, limitando la oferta laboral de los volqueteros que pagan sus tributos en la capital del departamento.
“Tras de cotudos y con paperas” debido a que la Policía Nacional, en su cuerpo especializado de tránsito, no es visible en los sitios donde la movilidad se afecta por diferentes causas, a pesar de que dicho grupo se incrementó y el caos vehicular es muy evidente a toda hora. Además, porque es muy pobre su actuar en materia de control de emisiones vehiculares.
