El expresidente Álvaro Uribe Vélez, ha llegado al delirio, luego del mínimo triunfo del NO en el plebiscito, de sentirse el dueño del poder nacional. Su actitud irrespetuosa y arrogante contra el Sr. Presidente Juan Manuel Santos, ha superado todos los límites de permisibilidad que pueden existir en un país democrático.
Como si hubiera ganado anticipadamente la presidencia de la República, pretende imponerle al primer mandatario de la nación, que ordene suspender las tumultuosas e indetenibles manifestaciones con que los estudiantes y miles de colombianos más, encarecidamente le piden de viva voz y a través de miles de pancartas que rezan: “Queremos un acuerdo ya “, poner fin al conflicto.
Si a los líderes del NO les pareció agresivo y nada conciliador el mensaje que el Presidente Santos, le dirigió a quienes participaron en las marchas que se realizaban por todo el país, esa voz presidencial, fue un profundo respaldo a lo que el país reclama de su presidente, porque así no les guste a los señores del NO, los jóvenes universitarios y demás ciudadanos de la patria , tienen una voz totalmente independiente a la de los partidos políticos .
Ese grito independiente que los seguidores del NO pretenden reprimir , se ha venido oyendo en las calles de muchas ciudades y pueblos colombianos, y aun en el exterior, demandando que no se alargue más la discusión que Uribe y unos cuantos más, pretenden convertir en interminable .
Al sentirse dueños del NO, han venido insistiendo en la inclusión de propuestas imposibles que lo único que han logrado es un respaldo mayoritario a las palabras que con firmeza indiscutible , ha venido pronunciando el Sr. Presidente: “Algunas de sus peticiones pueden resultar viables , pero otras definitivamente no”.
Más claras no pueden ser las palabras de Santos, pero por si acaso aún dudan de la inconveniencia en desaparecer los temas que resultan vitales en toda negociación del fin de un conflicto que en este país si existe, Uribe y los demás señores del NO, deberán asumir un infinito costo no solo político, sino un inmenso costo social por las vidas que puedan perderse, en la eventualidad de volver a la guerra.
Ya intentaron impedir las multitudinarias marchas estudiantiles, que han llenado las principales plazas de Colombia, reclamando el fin del conflicto, y no lo lograron.
Con su actitud solo han conseguido destapar su juego ultraderechista que ya todo el mundo conoce, incentivando una reacción nacional que desconoce sus absurdas propuestas, con las que solo intentan seguir encubriendo sus intereses personales.
Mientras tanto, miles y miles de estudiantes y jóvenes de diferentes vertientes, seguirán en las calles de Colombia , clamando por la paz de la patria, con mensajes que invitan a la reconciliación nacional, sin caer en ninguna clase de ofensas ni agresiones, recibiendo cada día el apoyo mayoritario de ciudadanos que respaldan abrumadoramente al movimiento :” Paz ya para Colombia”.
Esta nación ha sobrevivido a casi 60 años de conflicto armado y a 32 años de infructuosas negociaciones y solo hasta ahora se ha logrado firmar un acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc. La forma tramposa con que los promotores del NO, manipularon su mensaje político, para la firma del plebiscito, confirman que no es precisamente la paz lo que desean. El país, ahora más que nunca se ha venido dando cuenta que lo que persiguen es el poder político y no la reconciliación entre los colombianos.
Señor expresidente Álvaro Uribe: El pueblo de Colombia representado en las multitudinarias marchas que día a día reclaman por la paz de la patria, que hoy en día sumadas a los votos del SI superan, abrumadoramente, el pírrico triunfo alcanzado por el NO, le pide, de manera respetuosa, deponer su actitud guerrerista contra la paz, permitiendo que el país que lo albergó durante 8 años como Jefe de Gobierno, no lo siga teniendo como el mayor obstáculo para que 48 millones de colombianos, podamos vivir en paz.