Claro que nuestra circunscripción nacional es otro anacronismo. Si entendemos por tal, el hecho que sobrevivan discriminaciones territoriales de la constitución de 1886 en la garantista constitución de 1991. Además, la circunscripción nacional, es el primer paso que se da en cada en cada debate electoral, para renovar la vocación perversa de la clase política perpetuando la corrupción.
En todas las democracias del mundo occidental el Senado al decir de los norteamericanos y españoles o la Cámara Alta al decir de los franceses, trasmiten la igualdad de los Estados de la Unión Federal, de las Provincias e Islas principales españolas o los Departamentos franceses otorgando un número igual de diputados a esas entidades territoriales.
Los Estados Unidos con dos senadores por cada estado para un número de 100, las cincuenta provincias españolas y sus islas para 191 senadores, o los 101 departamentos franceses y tres de ultramar, para 304 senadores. Así todos los segmentos territoriales tienen representación igualitaria que simboliza la unidad.
Nuestro anacronismo tal como está contenido en el Artículo 171 de la Constitución Nacional debe reformarse, pues las lecciones electorales de 2018 nos demuestran que seguimos atados al pasado discriminante, que desiguala las regiones, regresando sin nombrarlas al régimen de las Intendencias y Comisarías de la de 1986. Fue el caso del debate electoral del 2018 que dejó 10 Departamentos Colombianos sin representación en el Senado de la República como: Arauca, Amazonas, Caquetá, Guainía, Guajira, Putumayo, Quindío, San Andrés, Vichada y Vaupés.
El texto del artículo 171 que omitió la representación territorial igualitaria de los Departamentos, avaló la práctica de ir de compras de votos por todas las regiones del país, con dineros ilícitos obtenidos del narcotráfico o del presupuesto y de la contratación pública. Lamentable y absurdo, que sea el Código Penal Colombiano, la mayor fuente de financiación del sistema electoral colombiano.
Lamentable, además, que las jurisdicciones garantistas de las minorías, sean también multiplicadoras en ese primer paso de la corrupción. Así las cosas, el segundo, el tercer y el cuarto paso son indetenibles, pues todos se originan en el Congreso de la república.
El otro día se dio el debate, para acabar esa circunscripción que encareció y corrompió la política al decir de Omar Yepes Alzate, por la compra y por la venta. Hay que “regresar a la elección por circunscripción departamental, además hay que idear un periodo máximo de reelección de los congresistas para desatornillar a los sempiternos”. ¿Pero cuál sería el Camino? Podría ser mediante un Referéndum.
El último boletín, registró que, mediante la Circunscripción Nacional, los fuereños pescaron aquí en Norte de Santander 226.560 votos. Solo las Cámaras “godas”, obsequiaron 34.892 y las “Cachiporras” 23.000 votos. Como en la tómbola todos pusieron para: Los Vallunos, Cordobeses, Bogotanos, Caribes y Tolimenses.
Adenda: Nuestros cuatro Senadores pescaron por fuera y para compensar 215.000 votos