El próximo domingo los colombianos volveremos a las urnas para elegir un nuevo Congreso. En esta ocasión se escogerán también mediante consulta popular los candidatos presidenciales de coaliciones distintas que representan la derecha, el centro y la izquierda. Por primera vez en la historia habrá tres consultas Interpartidistas, en las que los colombianos tendrán la oportunidad de participar. Culminó el ciclo de las grandes Convenciones Nacionales partidistas y ahora serán los ciudadanos quienes directamente decidan sobre los candidatos, que ya no pertenecen a esos partidos.
Por el número de coaliciones y la cantidad de candidatos que participan en cada una, el 13 de marzo tendremos una primera vuelta presidencial. Quienes resulten elegidos en las tres coaliciones, arrancarán con una clara ventaja la carrera hacia la elección de mayo y aquellos que no estarán en el tarjetón quedarán en desventaja. Es entonces una elección inédita la de este año, a tres vueltas y no dos. El lunes 14 de marzo amaneceremos con un panorama más claro. Nada está definido hasta ahora.
Lo que resulta interesante, y a la vez preocupante, es que en estas consultas, que se denominan interpartidistas, brillan por su ausencia la mayoría de los partidos que perdieron ya su vocación de poder. El Centro Democrático no participa en la consulta de la derecha y su candidato deambula por el país, solitario y triste, sin ninguna opción. El partido de la U, concentrado en la elección de sus grandes caciques, regaló el aval a Enrique Peñaloza, advirtiéndole eso sí, que los dueños de la franquicia quedaban en libertad para apoyar al candidato de sus simpatías. El partido liberal por primera vez en su historia llega sin candidato propio a las elecciones parlamentarios y espera con ansiedad el resultado de las consultas. Podría estar de la misma manera con Petro, que con el ganador de la consulta de la derecha. Al fin y al cabo, lo único que importa a su director son unos cuantos puestos y no las ideas liberales. Cambio Radical en la misma situación que el liberalismo, a la espera de pactos burocráticos para sumarse al posible ganador. El Partido Verde llega a marzo dividido y sin candidato oficial en ninguna de las coaliciones. Serán entonces unas consultas interpartidistas sin candidatos de los partidos.
Esa es una muy mala noticia para la democracia. No nos engañemos. Necesitamos partidos fuertes, conectados con la ciudadanía. Hoy la crisis de confianza es total, los escándalos de corrupción carcomen la credibilidad de los ciudadanos y generan indignación y rabia. La reforma al sistema político es una de nuestras mayores urgencias y será una de las prioridades del próximo gobierno de la Coalición de la Esperanza.
En medio de este panorama, la solución no puede ser quedarse en casa el domingo y abstenerse de participar. Hay que hacerlo con espíritu de cambio. Castigar con el voto a los congresistas y partidos que acompañaron el desastroso gobierno de Duque. La Coalición de la Esperanza es una opción de cambio con liderazgo colectivo, sin extremismos ni peloteras. El 13 pediré el tarjetón de la consulta presidencial de la coalición y votaré por uno de sus candidatos. Y en el Senado los invito a acompañar a los candidatos de En Marcha que hacen parte de la lista Verde-Esperanza. Todas caras nuevas para refrescar un Congreso en su peor nivel de desprestigio. Norma Vera y Jaime Hernández , dos jóvenes figuras independientes de la política en la costa caribe. Gustavo García en el suroccidente, comprometido con La Paz. Miguel Samper con su capacidad gerencial y conocimiento en Bogotá. Luis Emil Sanabria luchador de la Paz desde los territorios en conflicto. Guido Echeverry ejecutor transparente en el eje cafetero y Jairo Castellanos, joven exalcalde, eficiente y comprometido con sus comunidades en el Norte de Santander. Una extraordinaria nómina con la cual aspiramos a cambiar el Congreso y acompañar al próximo gobierno. Sí hay por quien votar.