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Otra vez, no
Si gana Petro, no hay que hacer nada, pues para ese gobierno seremos sólo la capital paramilitar, como dijo Gustavo Bolívar (el escritor de los narcos).
Viernes, 15 de Junio de 2018

No pienso caer nuevamente en la fiebre del optimismo irracional por la llegada del nuevo gobierno nacional, que muy posiblemente estará en cabeza de Iván Duque, quien tiene un bastión ELECTORAL fuerte en Cúcuta y el Norte de Santander. No podemos caer otra vez en la idea que ahora si nos van a hacer todo lo que necesitamos, sobre todo cuando dejamos un gobierno que cedió la frontera y el Catatumbo a sus nuevos amigos bolivarianos de Venezuela y a las Farc, con la excusa de la paz.

Los únicos que podemos hacer algo por nosotros, somos nosotros. Tener una visión de ciudad que se pueda plasmar en un plan de acción local y regional, es lo menos con lo que debemos contar. Un plan que surja desde el sector privado y la academia, que impulse un desarrollo real y posible, así como sostenible.  Trabajo e inteligencia es lo que tenemos que poner.

En 2019 empiezan las campañas por las administraciones locales y regionales, en las cuales deberíamos impulsar candidatos preparados, moral e intelectualmente, que sean capaces de proponer y realizar un programa de gobierno en concordancia con el plan de ciudad.

Ambos planes deben partir de las realidades que tenemos: ausencia de infraestructura competitiva que nos integre al país nacional; somos parte geográfica de la región del golfo, compartiendo realidades sociopolíticas con Cuba continental, país que se desmorona sobre la frontera; tenemos una clase política local absolutamente imbuida del concepto de la privatización de los bienes públicos, sumada a una ineptitud proporcional a su venalidad; la realidad metropolitana de la ciudad-región colombo-venezolana, es un hecho; nuestro hábitat presenta un daño ambiental grave y creciente, con perdida acelerada de recursos naturales; trabajamos con una canasta energética costosa y limitada que impide cualquier competitividad; somos una de las ciudades más inseguras del país.

Para avanzar requerimos primero un gran énfasis en seguridad, exigiendo del gobierno nacional un comando conjunto de las fuerzas militares integrado por una división del ejército, una base aérea y una brigada de infantería de marina. Los terrenos los pueden dar las autoridades locales o regionales. Un propósito regional inmediato debe ser el gasoducto de Cúcuta al sistema nacional de transporte de gas natural, que solo requiere la voluntad política del gobierno nacional; este propósito debe exigirse como cuota inicial de apoyo a la frontera más importante del país, tanto tiempo abandonada.

Debemos priorizar las obras de infraestructura competitiva que nos permitan integrarnos de manera confiable en el mercado nacional, siendo prioritarios el tren al Magdalena medio y la carretera marginal del Catatumbo, una de las obras esenciales para recuperar por primera vez el Catatumbo. Y en el plan regional y local, es imperativo una solución definitiva al tema del acueducto metropolitano, incluyendo el sistema de plantas de tratamiento de aguas residuales; también el sistema integrado de transporte metropolitano en una planeación conjunta con usos del suelo. Y que el gobierno nacional entienda que la diáspora venezolana es un asunto nacional e incluso internacional, y no de índole local o regional. 

Concretar todas estas políticas de manera holística, en toda su complejidad sobre el territorio, requiere que los planes de ordenamiento territorial dejen de ser un peaje a constructores y se conviertan en verdaderas guías del desarrollo sostenible. Y debemos impulsar dirigencia pública que tenga la capacidad de entender y desarrollar este plan de ciudad, así como el carácter para enfrentar las mafias políticas que impiden dar un nuevo y verdadero rumbo a la ciudad. Tenemos apenas un añito para empezar a desarrollar este propósito; si lo logramos concretar, estoy seguro que el gobierno nacional estaría muy interesado en su desarrollo.

La otra opción es llevar la famosa lista de mercado que se entrega a cada nuevo gobierno, y rezar porque nos hagan algo, viajando a Bogotá todas las semanas a hablar con burócratas soberbios. Queremos al gobierno nacional de socio en el desarrollo, pero eso depende de nosotros, sabiendo que desde 1950 no hemos podido hacer un plan regional de desarrollo. 

Si gana Petro, no hay que hacer nada, pues para ese gobierno seremos sólo la capital paramilitar, como dijo Gustavo Bolívar (el escritor de los narcos), que habrá que “aconductar”.

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